Descartan que detrás de Consejo Provida esté Iglesia
MORELIA, Mich., 1 de marzo de 2021.- "Nosotros, como Consejo Provida Michoacán, no nos estamos rigiendo o no está detrás de nosotros el tema de la iglesia", aseguró Adriana Saucedo, de la asociación Coalición Internacional por los Derechos Humanos, Civiles y políticos. Manifestó que como ciudadanos, tienen derechos, incluida la libertad religiosa.
Estos derechos, aseveró, están establecidos en la Constitución Política, en los tratados internacionales y en las 32 constituciones de los estados. Aseguró que en información del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), la segunda causa de discriminación en el país es por las creencias religiosas; "algo que nunca nadie dice, ni los medios de comunicación ni ninguna otra persona", aseveró.
"Nosotros también tenemos derechos, tenemos derecho a una libertad religiosa", expresó y enseguida dio a conocer una serie de artículos de leyes y tratados. "Nosotros somos ciudadanos laicos, y tenemos derecho a tener una libertad de pensamiento religioso", puntualizó.
La activista expuso que en temas de vida y familia, siempre se involucra a la Iglesia Católica; "claro, yo como persona, lo digo ampliamente sin miedo, soy católica, soy creyente, pero también soy ciudadana con derechos establecidos en nuestra constitución y tratados internacionales, que pedimos, exigimos, se respeten, y no significa que el clero esté detrás de nosotros".
Por su parte, María Graciela Hilario, de la Dimensión Pastoral de la Familia, Departamento Vida, de la Arquidiócesis de Morelia, dijo que está señalado claramente que debe haber respeto a todas las religiones, a todas las iglesias, "es decir, queremos que toda la ciudadanía, independientemente de sus creencias y su tendencia política, sea respetada; antes de asumir cualquier religión, somos personas", aseveró.
Explicó que la Constitución reconoce los derechos que ya se tienen como personas, "entonces la Constitución los garantiza, nada más", expresó, evitando contestar si su posición ers que un gobierno laico esté regido por una moral religiosa.