Diálogos de vida/Santiago Heyser, Sr. y Santiago Heyser, Jr.
Diálogos de Vida
“Especie Humana XXII - ¿Qué hacemos? I”
Celaya, Guanajuato, 13 de febrero del 2021
“No te molestes en cambiar un sistema, construye uno nuevo que haga que el anterior se vuelva obsoleto”. Richard Buckminster Fuller, diseñador e inventor estadounidense.
Todos queremos vivir, y preferiríamos hacerlo sin tener que sufrir; para lograrlo, requerimos recursos, un entorno que favorezca la vida, una sociedad en armonía cuyo eje sea la colaboración y como objetivo: el bienestar de cada una de las personas. La historia nos demuestra que vivir bajo el modelo de competencia y dominio de otros termina por generar frustración e insatisfacción individual, lo que se convierte en descontento social, elevando la tensión entre las personas y con las instituciones, lo que incrementa los conflictos y nos aleja de la vida que deseamos tener... la idea de que la ley de la selva es "la ley" que debe regir nuestro comportamiento, es retrógrada y egoísta, lo que no es aceptable.
Si miramos hacia afuera, la lista de los problemas que nos afectan es larga, está de más hacer un listado, sin embargo, vale la pena enunciar los más relevantes para nuestra subsistencia como especie humana durante el Siglo XXI: consumo (consumir más rápido de lo que se renuevan los recursos conduce a la escasez), sobrepoblación (cruzar el límite de sustentabilidad en un planeta finito <redondo>, conduce a la escasez), distribución de riqueza (si el 1% de la población controla el 84% de la riqueza, hay sufrimiento en la vida de la mayoría de las personas), crisis ambiental (dependemos del entorno para vivir conforme a nuestra naturaleza biológica), sistemas político y económico (son el engranaje que permite y favorece que cada vez haya más concentración de riqueza en pocos, en perjuicio de las mayorías). Queda claro que hay que hacer las cosas de forma diferente y sin duda, levantar la voz es un camino que ha generado grandes cambios en la historia del mundo; de ahí que hoy, las preguntas son: ¿nos damos cuenta de que ya comenzó la crisis?, o, ¿hasta cuándo el daño será de tal magnitud que obligue a la organización social a que exija a los políticos a hacer lo correcto? En lo práctico, los políticos continuarán alimentando al sistema y la prioridad será la economía y sus intereses particulares y de grupo, pero a lo mejor actuando socialmente se logra presionar para, por ejemplo: que la crisis ambiental sea el número dos en la agenda política mundial.
Todo suma si actuamos, aunque sea lentamente avanzamos, por eso, hay que encontrar una causa con la que simpaticemos o cualquier forma de colaboración/acción, para lograr una masa crítica que impulse los cambios, pero ojo, tenemos que ser realistas y darnos cuenta que "dejar de usar un popote" no es suficiente para restaurar los sistemas medioambientales y detener su deterioro. La situación no es cómoda, requiere de esfuerzo, actitud y constancia para lograr que las cosas sucedan; después de todo, lo que se está sugiriendo es un cambio en nuestra forma de vida y como estamos organizados en sociedad, incluidos cambios legales a nivel nacional e internacional. Sin duda habrá resistencia al cambio, pero lo natural es evolucionar para sobrevivir.
Annie Leonard, experta en materia de responsabilidad social corporativa y desarrollo sostenible; plantea que: "Las soluciones tienen que ser transformacionales y cambiar el objetivo, por ejemplo: "Más vs. Bienestar", en todo lo que hagamos. Para lograrlo hay que asegurarse de cuatro factores: 1.- ¿Da más poder a la gente quitándoselo a las corporaciones? 2.- ¿Abre los ojos de la gente a la verdad de que una vez que se han satisfecho las necesidades básicas, la felicidad y el bienestar no provienen de comprar más cosas, sino que viene de las comunidades, de la salud y de dar sentido a la vida? 3.- ¿Tiene en cuenta todas las consecuencias sobre la gente, los demás seres vivos y sobre el planeta? En otras palabras, ¿internaliza los costos en vez de externalizarlos como hacen los negocios actualmente? 4.- ¿Disminuye la enorme brecha de riqueza entre los que ni siquiera pueden satisfacer sus necesidades básicas y los que consumen mucho más de lo que les corresponde?
Hay mucho por hacer y mucha gente con ideas y soluciones geniales. Lo primero para poder avanzar es reconocer que hay problemas, lo segundo, que exista la voluntad de resolverlos y lo tercero involucrarnos todos, solo así nos encontraremos en una posición real de poder solucionarlos… Así de sencillo.
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Un saludo, una reflexión.