Santiago y El Rufo/Santiago Heyser Beltrán
Santiago y El Rufo
“Ni Fe, ni Rezos, ni Milagros”
Estando al final, la familia de un enfermo de COVID-19 llamó al Cura para que le aplicara los Santos Oleos y le confesara, el padrecito se negó; -Es muy riesgoso, dijo.
R- Guau, mi Santias, parece que los autonombrados representantes de Dios, ni tienen Fe, ni creen en los rezos y menos en los milagros.
S- Y la cosa va más allá, mi Rufo, en esencia opino que no creen en el Dios que predican. Eso sí, además de “no creyentes”, los padrecitos siguen pensando que son la última Pepsi en el desierto y están pidiendo se les vacune a ellos de forma prioritaria; menciono a Joaquín López Dóriga citando de Milenio: “Monseñor Domingo Díaz Martínez de la Arquidiócesis de Tulancingo solicitó a la Secretaría de Salud del Gobierno Federal priorizar la vacunación contra COVID-19 de sacerdotes. El arzobispo indicó que aunque no son médicos los curas están en contacto con enfermos de COVID-19 mediante diversos servicios”… Ello a pesar, aclaro, de que las misas y actos litúrgicos son por Internet, en línea, es decir, con las Iglesias cerradas, por lo que no deberían correr ningún riesgo si se quedan encerrados y cumplen con los protocolos sanitarios. Además, por cuestión ética y moral, aprovechando el viaje, en un acto de responsabilidad, los curas deberían instruir a los fieles compartiéndoles, lo que es un hecho: que rezar o asistir al templo, no evita ni sana el COVID-19 y que los milagros no existen; finalmente, de no hacerlo, como ellos predican, mentir es pecado y va para su conciencia.
R- Guarf, guarf, guarf, si lo hacen se les acabaría el negocio, mi Santias. La promesa de un Cielo y la amenaza de un infierno sustentan el ingre$o de las iglesias, ello aderezado con la esperanza de milagros si rezan con fe y ponen su diezmo cuando pasa la charola. ¿No me crees?, checa los ingresos que tienen en la Basílica de Guadalupe o el negocito que es “vender” el agua milagrosa de Lourdes, que ni es milagrosa, ni es agua bendita… Investigar sobre la cantidad de muertes en Europa por el COVID-19 te puede ilustrar sobre su inutilidad.
S- En esta coincidimos perro, pero, ¿qué hacer?
R- Guau, reforzar nuestro cuerpo para que sobreviva a la enfermedad; te comparto un whatsapp que me parece racional: “¿A qué hora se le ha explicado a la población que cada uno tiene la capacidad de reforzar naturalmente su sistema inmunológico en pocos días, los más pequeños, o en pocas semanas los adultos?
¿Por qué no involucrarse en los canales informativos con plataformas y profesionales de salud que hablen de prevención, como nutricionistas, naturópatas, fitoterapeutas, que podrían realizar un inmenso trabajo de información y prevención al público y a la vez aligerar el trabajo de los médicos y sanitarios que están en el frente?
¿Por qué no decirle a la gente que comer basura, como productos industriales, trabajados y refinados, es lo primero que destruye nuestras defensas inmunes? Que la eficacia de nuestro sistema inmunológico depende estrechamente de la calidad de nuestra flora intestinal y, por lo tanto, de la calidad de lo que comemos. Por lo tanto, frutas y verduras crudas, locales y de temporada son la mejor manera de acumular rápidamente nuestras reservas minerales necesarias para la inmunidad...
¿Por qué no explicar que por ejemplo, una correcta respiración tiene la capacidad de reducir niveles altos en producción de cortisol, hormona reguladora de los niveles de estrés?
¿Por qué no explicar que plantas como el eucalipto, el saúco, la artemisa... en sus formas concentradas y correctas, aumentan las defensas inmunes en pocas semanas? ¿Por qué no hablar de la eficacia de los aceites esenciales antivirales?
Además de la vitamina C a dosis altas, que viene en los cítricos y el té de hojas de guayaba, la importancia de la vitamina D y minerales como el zinc, selenio, magnesio, todo ello es fácil y barato de obtener y en ocasiones, como en el caso de la luz solar, ¡es gratuito!
¿Por qué no hablar de cómo una sana actividad deportiva y caminar o estar en contacto con la naturaleza activa las hormonas de la alegría y el bienestar y refuerza el sistema inmunológico? ¿Por qué no hablar de la fortaleza del amor y la compañía (con cubrebocas y sana distancia), que curan mucho más que el aislamiento y la desconfianza? ¿Por qué no explicar que el miedo es inmunosupresor? y que genera, más que nada: enfermedad, debilidad, ansiedad y sufrimiento.
¿Por qué no comenzar verdaderamente a informar sobre cómo funcionamos los seres humanos?”,… porque rezar no funciona… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador