Visiones y percepciones/Etelberto Cruz
VISIONES Y PERCEPCIONES
PUNTOS SOBRE LAS ÍES
WASHINGTON, 6 DE ENERO DE 2021.
Las imágenes dieron vuelta en todo el mundo en tiempo real: seis de enero del año presente: turba de acaso cinco mil o más enardecidos manifestantes, azuzados, incluso por el aun presidente de Estados Unidos, Donald Trump que ofrecía un discursos y arenga enfrente, irrumpieron de forma violenta y vandálica en el Senado norteamericano, que realizaba la calificación de la elección del 3 de noviembre anterior, del presidente electo, de conformidad con la documentación enviada por el Colegio electoral Nacional, y por sus usos, costumbres, tradición e Historia y en la cual resultó, democráticamente electa la fórmula propuesta por el partido demócrata, como presidente y titular del Ejecutivo Federal Joe Biden y a Kamala Harris, como vicepresidente.
Las imágenes dicen más que un millón de palabras y casi la totalidad de los Medios de Comunicación tradicionales, electrónicos y contemporáneos se dieron vuelo y apostrofando y jalándose los pelos; afirmando que estaba en riesgo la democracia norteamericana. Desde el punto de vista del momento y del rating, estuvo bien la cobertura y el vuelo que se le concedió, pero colocando los puntos sobre las íes, lo cierto es que no estuvo, en ningún momento, en riesgo la democracia norteamericana.
Si lo organizó Donald Trump, como acción desesperada ante su intención de relegirse, su mente destrampada y desubicada de la realidad y sus asesores, deben conocer que a toda acción corresponde una reacción de la misma intensidad, pero en sentido contrario y a esa acción en la sede del Senado, y todos, hasta republicanos no se digan los demócratas, están buscando el camino para cobrársela: o juicio político, o la llamada Enmienda 25 o sus juicios federales y estatales promovidos por áreas de Hacienda=Tesoro por sus evasiones de pagos de impuestos.
Ahora bien, dejando a un lado las, no tan inéditas, imágenes vandálicas que son naturales en un país democrático o no, las llamaron de país bananero o de terroristas domésticos, las instituciones norteamericanas – menos el ejército=fuerzas Armadas - jamás estuvieron en riesgo de destruirse y subvertir el orden constitucional Federal, ni estatal, ni del condado o Distrito de Columbia: ni el poder legislativo, ni su poder judicial, ni su poder Ejecutivo – la prueba está en la figura y actuación del Vicepresidente Mike Pence, quien recibió la orden de su jefe, Donald Trump, de no validar el proceso de ratificación, pues como presidente del Senado Norteamericano podría hacerlo – aunque debería, en su caso, presentar argumentaciones y pruebas -, actuó institucional y constitucionalmente y validó todo el proceso de ratificación – y rompió laboralmente con él – lo mismo que varios de los miembros del gabinete de Trump – como las secretarias de Educación y Transporte y otros del poder Judicial.
Las fuerzas del orden de la ciudad-condado-Distrito-del mismo Senado, con la mano en la cintura resolvieron, un poco tarde, pero lo hicieron y todo el proceso de ratificación continuó sin ningún otro contratiempo y el FB I y todas las corporaciones de seguridad federal y local andan y están a la caza de los terroristas domésticos – dicen que son la liga de Supremacista Blancos.
Una cosa es Washington, sede administrativa de la nación y otra muy distinta, las instituciones de Estados Unidos. Lo que sí se evidenció fueron errores de actuación del cuerpo policiaco, improvisaciones, imprevisiones e incompetencias, como se muestran en varias naciones y ciudades. Indicador de donde quiera se cuecen habas y en mi casa… ¡a peroladas!
Cambiando de tema, mas también interesante un punto de vista sobre el año 2020.
Toda la humanidad ya está en el centro del primer mes del año 2021 y el año pasado, el 2020, ya es recuerdo.Muchas personas sencillas, protagonistas de la sociedad, de las artes, de eso que llaman política y los líderes de las naciones que guardan el equilibrio multinacional, lo califican como un año para el olvido, merecedor del olvido.
Mas, independientemente de todas las circunstancias negativas, entre ellas y muy significativas la pandemia COVID-19 (y sus efectos en los sectores fundamentales de la existencia, como la economía) en la cual toda la humanidad está dentro de varias olas de contagios y la fuerza del virus no cede, a pesar de los inicios en varias naciones – las más ricas y con mayores posibilidades y disponibilidad financieras, estructuras farmacéuticas y, curiosamente, de niveles cuantitativos de contagios -, de los programas multinacionales de inmunización en sus respectivas poblaciones, en ese año, el 2020 será un año muy recordable podría ser considerado como un acelerador del cambio en la humanidad, aunque haya sido un cambio obligado pro al necesidad de superar las circunstancias planteadas o generadas por la pandemia COVID-19.
La vida, en lo general – como sociedad - y en lo particular, como individuo, no volverá a ser la misma.
La nueva normalidad, será, efectivamente nueva.
Debe hacerse una diferenciación: la vida cotidiana será la misma, mas los instrumentos, los recursos, las herramientas, serán diferentes, los protocolos se irán ajustando a los cambios que demanda las circunstancias por los cambio, transformaciones y adecuaciones que se van desarrollando.
Las profesiones – TODAS - y TODAS Las ocupaciones tradicionales deberán ajustarse, adaptarse para … ¡sobrevivir!
En otras palabras, todas las actividades, todas las profesiones y ocupaciones se realizarán – desde las más sencillas hasta las más especializadas -, mas habrá más recursos, más herramientas, más instrumentos para realizarlas con más eficiencia, seguridad, eficacia, rapidez, economía de tiempo y de dinero y de la mejor manera: la ley del menor esfuerzo y dentro de mayor competitividad.
Las que no lo vayan haciendo irán siendo relegadas, olvidadas, hasta ser obsoletas y, lamentablemente, desaparecerán; las que se ajusten a las nuevas demandas de seguridad, laborales, educativas, jurídicas, recreativas, deportivas, culturales, cognitivas, formación, investigación, información, etc., de los individuos, de las instituciones-corporaciones públicas&privadas, de los servicios sociales, de los servicios públicos, sobrevivirán, pero estarán obligadas a estar en constante cambio y adecuación.
Si bien el cambio es la actividad imparable de la humanidad, de la sociedad, del hombre, ya nada volverá a ser como era hasta antes de noviembre de 2019.