En memoria del doctor Ramírez Villalón/Saúl Z. Herrera
Con la muerte del doctor Marco Antonio Ramírez Villalón pierde la poderosa Organización Ramírez, génesis de Cinépolis, a uno de sus principales pilares.
Marco Antonio fue el segundo de cuatro hijos del matrimonio formado por la señora Nena Villalón y el prestigiado abogado Enrique Ramírez Miguel, quien fue el fundador de la Organización, hace más de 60 años.
El doctor Ramírez Villalón fue egresado de la Facultad de Medicina Doctor Ignacio Chávez de la Universidad Michoacana, institución a la que su padre, el licenciado Ramírez Miguel, le guardó siempre agradecimiento por la enseñanza de su vida y por la sólida institución.
Una de las destacadas virtudes del doctor Marco Antonio Ramírez fue haber interpretado fielmente la capacidad organizativa y destacada sencillez que le caracterizaba a su padre, quien fe siempre orgulloso y agradecido nicolaita.
Por cierto, don Enrique consideraba como uno de sus logros más trascendente de su vida haber concretado la unidad plena entre sus cuatro hijos, consejo que siguió cabalmente su hijo Marco Antonio.
Otra cualidad sumada a su sencillez, fue la creatividad; a él se debe la construcción de una obra de arquitectura y que significó el Palacio del Arte, además, del Museo del Toreo, joya de la tauromaquia instalada en el fraccionamiento Tres Marías, elogiado por nacionales y extranjeros.
Su afición por el toreo dejó huella en varios novilleros, a los que impulsó hasta hacerlos figuras.
Con su muerte, la fiesta brava también pierde a un impulsor de talla internacional.