72 años de derechos humanos/Gerardo A. Herrera Pérez
72 años de derechos humanos.
Gerardo A. Herrera Pérez
A 72 años de aprobada la Declaración Universal de los Derechos Humanos (10 de diciembre de 1948) y uno de los documentos universales más conocido, después de las Sagradas Escrituras; me pregunto si la Declaración representa las aspiraciones de los cerca de ocho mil millones de humanos?, estoy seguro que no, muchas personas hoy mismo no tendrán un lugar para vivir, es probable que se duerman sin haber probado alimento, y sin una esperanza de donde prestar sus servicios para conseguir un empleo, o una cama para atender el Covid-19.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el piso mínimo, del derecho universal positivo para la humanidad; los principios de la Declaración son la universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, pero no han llegado a la población por muchas causas, entre ellas y en lo que toca a nuestro país, la corrupción galopante, auge del narcotráfico (droga, armas, trata de personas) y el crimen organizado, así como la descomposición del tejido social y el debilitamiento del Estado de derecho, han puesto en crisis, no la validez, pero sí la vigencia de conceptos y valores que dan sentido a un Estado democrático y social sustentado en la vigencia de las leyes y hoy también de los tratados internacionales de derechos humanos firmados por el Estado mexicano y ratificados por el Senado de la Republica.
El contexto en que se formuló la Declaración es el resultado, entre otros, de la toma de conciencia de las dolorosas lecciones aprendidas tras los horrores y la devastación de los cuerpos y del medio ambiente, durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, aquellos momentos orientaron el diseño de los marcos normativos y de las políticas públicas, y como exprese al parecer no han sido aún superadas, continua vigente la violación a los derechos humanos.
A 72 años, los cerca de ocho mil millones de humanos, requieren con urgencia hacer una minuciosa revisión de la misma para dar contenido, en las circunstancias actuales como la atención del Covid-19, a valores tales como la libertad, la igualdad, la justicia, la paz, el desarrollo, la salud, el respeto a la biodiversidad, al medio ambiente y a la vida entre otros, como el libre desarrollo de la personalidad; todos ellos, elementos necesarios e indispensables para el reconocimiento de la dignidad de toda persona y del respeto irrestricto a sus derechos inherentes e inalienables; no se requiere transformar, es solo aplicar y hacer vigente su contenido.
Hoy, países violadores de los derechos humanos como: Estados Unidos, China, Rusia, Siria, Irak, entre otros, Cuba, incluso México, quien tiene deudas pendientes con temas como Ayotzinapa, Tlatlaya, la pobreza, una mala distribución de la riqueza y un largo etcétera, que coloca nuevamente a la corrupción.
Ante ello, plantear que es importante seguir trabajando para lograr el pleno respeto y reconocimiento de los derechos humanos y libertades continuará siendo una asignatura pendiente en México y en el mundo; el gobierno tiene un gran compromiso con los Derechos Humanos y las libertades, de todos, de todas en el marco de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
De forma personal o bien colectiva, un número muy importante de personas ven trasgredidos sus derechos de forma sistemática; en este mismo momento que escribo esta reflexión, cientos de mujeres están siendo violentadas en su dignidad humana, así como personas con discapacidad, personas han sido separadas de sus empleos por que no hay dinero para pagar, adultos mayores, indígenas, personas de talla baja, afrodescendientes, personas en condición de calle, personas que ya no tienen padres, desplazados, minorías religiosas, minorías sexuales, periodistas, defensores de derechos humanos, y un largo etcétera; al parecer todo ello fortalece la desigualdad, la inequidad, la exclusión y la injusticia.
A 72 años, ¿la Declaración Universal de los Derechos Humanos es letra muerta?, yo respondo la pregunta expresando que no, que no lo es, la Declaración Universal conserva intacta la fuerza moral y jurídica con la que fue aprobada en 1948. Es la fuente jurídico-filosófica de la que emanan todos los demás documentos jurídicos internacionales de protección a los derechos de las personas.
Hoy se requiere de un nuevo pacto que permita realmente fortalecer los órganos autónomos de derechos humanos, que no sean comparsas del poder y que permitan a las personas disfrutar de sus derechos que el Estado mexicano les debe de proteger. Competencia global de los derechos humanos, pero en un contexto de legitimidad local, los dos son atributos de una política contrahegemónica de derechos humanos en nuestros tiempos.
Hoy, como lo vengo haciendo desde hace años, en el día a día, promoviendo y desarrollando la conciencia social para el respeto a los derechos humanos, a la dignidad humana, como lo hice en estos días trabajando en la costa de Michoacán en el Festival Internacional de Cuenta Cuentos, o bien con los webinares sobre cuestiones educativas en el Estado de México, Ciudad de México y Michoacán, donde se conectaron personas de Apatzingán y otros municipios; igualmente, en Huandacareo, Zitácuaro, Pátzcuaro, Uruapan y Morelia, atendiendo asuntos de violencia contra la Mujer a través de la Red Estatal de Apoyo a las Mujeres Víctimas de Violencia, o en Pátzcuaro a través de la Escuela para Hombres para Prevenir la Violencia contra las Mujeres, o en Huandacareo coadyuvando a la atención de los problemas medioambientales. Además de participar en actividades recreativas con personas con discapacidad auditiva a través de las organizaciones de En Bici Michoacán A.C., la IAP Sordos de Michoacán, y los integrantes de la asociación de Interpretes de Lengua de Señas Mexicana. O bien como lo hacemos con el Colegio de las Abogadas de Michoacán, en donde hablamos acerca de los Derechos Sexuales y Reproductivos en su Diplomado con Seimujer.
Este próximo diez de diciembre, estaré colaborando en un evento internacional acompañando a la Clínica de Litigio Estratégico de la UMSNH, que dirige el doctor Gumesindo García Morelos, en donde disertaré sobre la Cartografía de la sexualidad en México, tensiones y complejidades.