Advierten sobre riesgo de préstamos ofertados en redes sociales
MORELIA, Mich., 3 de noviembre de 2020.- “Préstamos sin aval, sin consulta de Buró de Crédito. Respuesta inmediata”, en la Internet y en las redes sociales son comunes estos avisos, donde particulares o empresas financieras ofertan préstamos, desde unos pocos miles de pesos hasta cantidades que superan los cinco dígitos, en condiciones aparentemente preferenciales, sobre todo para los segmentos de la población no bancarizados.
Pero, de acuerdo con Gustavo Martín del Campo, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Nómina (Amden), no es oro todo lo que reluce.
Empresas financieras fantasmas, robo de la identidad corporativa, particulares que se ostentan como personal de venta de entidades financieras, entre otros, circulan en la gran red a la caza de personas que requieren de manera urgente de liquidez económica y este fenómeno se ha acentuado con la pandemia de coronavirus (Covid 19) y el aumento en la demanda de préstamos para solventar gastos médicos o enfrentar la pérdida o la reducción de ingresos familiares.
“Hemos detectado en diversas partes del país empresas fantasma que falsifican los logotipos de empresas formales y serias, que ofrecen créditos a fondo perdido, que piden anticipos a sus potenciales clientes con la excusa de pagar un seguro o hacer estudios socioeconómicos”, expuso Martín del Campo.
Y cita algunos ejemplos: Attendo es una empresa financiera formalmente establecida que se ha visto afectada por la publicidad falsa a nombre de Atendo, que reparte volantes donde ofrece créditos.
Asimismo, se ha detectado a Crédito Fácil, que promete la entrega de créditos grupales y gremiales, los cuales implican reunir a una determinada cantidad de individuos, cada uno de los cuales deberá aportar un anticipo para la autorización de su préstamo.
En Oaxaca se encontró el caso de Créditos Maestro, una copia fraudulenta de la empresa Crédito Maestro.
Además de Oaxaca, en Veracruz, Campeche, Chihuahua, Ciudad de México y Michoacán se han identificado estos esfuerzos por captar potenciales clientes que, lamentablemente, nunca podrán acceder al préstamo comprometido y se verán en riesgo de ser estafados.
No hay cifras exactas sobre la incidencia de estos delitos, aunque Gustavo Martín estimó que la pandemia de Covid 19 podría haber incrementado los casos hasta en un 30 por ciento, por los gastos extraordinarios que registran las personas y la falta de empleo, que les hacen más vulnerables ante las estafas y los engaños.
Pero este 30 por ciento podría ser un 25 o 40 por ciento, porque menos del cinco por ciento de los afectados interpone una denuncia ante las autoridades correspondientes.
Evitar caer en un engaño al solicitar un préstamo puede parecer complicado, pero existen algunas directrices que pueden ayudar a los usuarios de servicios financieros a detectar posibles empresas fantasmas o copias fraudulentas.
“Lo primero, y muy importante, es que las entidades financieras serias no te piden dinero por adelantado, no hay estudios socioeconómicos, seguros que deban pagarse antes de la autorización del préstamo, nada, eso no existe”, explicó el presidente de la Amden.
Otra señal de alarma es la promesa de obtener un crédito a fondo perdido, donde el vendedor ofrece la entrega de un porcentaje del préstamo al solicitante, para retener el resto, con lo que presuntamente quedaría exento de la obligación de hacer pagos.
“Nadie te regala dinero, no existen las figuras de los créditos a fondo perdido entre las entidades financieras”, reiteró.
Antes de contratar un crédito, entregar documentación personal o hacer algún pago, el presidente de la Amden recomendó verificar la fiabilidad de la empresa y del vendedor, para evitar ser víctima de una estafa o comprometer la seguridad de los datos personales.
“Lo primero es buscar la empresa en el Buró de Entidades Financieras, de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), donde, además de verificar si existe, se podrán conocer indicadores sobre quejas, desempeño y otros”, refirió.
Una vez constatado que la empresa es real, asegurarse que el vendedor también lo es: “recomendamos que llamen a la empresa y pregunten por el vendedor, para saber si efectivamente es un empleado y está autorizado para tramitar préstamos”.
Finalmente, insistió en que la oferta de créditos a fondo perdido o la petición de dinero previo a la entrega del crédito son malos indicadores de la fiabilidad de la empresa.
“Revisa siempre con quien firmas”, concluyó.