Santiago y El Rufo/Santiago Heyser Beltrán
Santiago y El Rufo
“Equidad…”
Preguntaron a Rafael Nadal, campeón mundial de tenis: “¿Qué opina de que un hombre tenista gane más que una mujer tenista?”; parte de lo que contestó fue: “Una mujer que modela, gana más que un hombre que modela”.
R- Guarraguauuu, mi Santias, ¡tiene razón Rafael Nadal!, no estoy de acuerdo con “El sistema” que han construido los humanos, pero en tanto no lo cambien, lo que prevalecerán son las leyes de oferta y demanda, no la equidad y la justicia. Un hombre tenista gana más que una mujer tenista, por la misma razón que un hombre futbolista gana más que una mujer futbolista: porque la gente paga más por ver a los hombres en ese tipo de deportes; no así en la gimnasia.
S- ¡Tienes razón!, perro; por eso no titulé el artículo como: “Equidad de género”, ya que el problema del diseño de convivencia (conveniencia) que tenemos, es que no es justo ni equitativo y no solo respecto a las diferencias salariales entre hombres y mujeres, sino a muchas cosas en general, me explico: no es justo que un futbolista gane más que un maestro, tampoco lo es el que un político mentiroso, gane más que un cura mentiroso y sin duda una prostituta gana más que un prostituto, como un piloto de carreras en F1 gana más que un trabajador social o que un filósofo, o un delincuente que un médico, o un cantante que un ingeniero; y retomando el tema de las prostitutas, estas ganan más que los obreros que son productivos y no escucho a las feministas reclamando.
R- Guau, hasta me siento raro de coincidir contigo, mi ínclito humano; y reitero, en tanto no cambien “El sistema”, las cosas seguirán como están, con una tendencia a empeorar, por una sencilla razón, el ser humano ha perdido su humanidad y, programado como está para tener en lugar de Ser, su esfuerzos tendrán como fundamento el egoísmo y el individualismo, producto del adoctrinamiento de un modelo orientado al consumo a lo idiota en un mundo finito (redondo), para lo que es necesario pisar al prójimo, ya que el modelo tiene como premisa que tu pérdida sea mi ganancia; cosa que no solo sucede con las personas en lo individual, sino también con las empresas, las sociedades y las naciones, de ahí las luchas comerciales, o la carrera estúpida por tener más pronto la vacuna del Covd-19 y hacer negó$io; cuando lo humano debería ser que todas las naciones trabajaran juntas para resolver un problema global de la humanidad.
S- Has puesto el tema de forma correcta, mi Rufo; por un momento imagina que Francia, USA, Alemania, Japón, China, Canadá y otros se unieran en el esfuerzo de validar la vacuna Sputnik-V de los rusos (que fue la primera en entrar en fase de prueba) y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicara esfuerzos y recursos para mejorarla con la intención de dársela de forma gratuita a todas las naciones; este si sería un verdadero avance para el progreso y bienestar de la humanidad y no el tema baladí de: ¿Por qué gana más un tenista que una tenista?, que solo nos lleva a la confrontación y a la distracción de lo verdaderamente importante, la inviabilidad de un “sistema” cuyo premisa es ganar y en lo posible eliminar al competidor, un “sistema” que en lugar de fundamentarse en la colaboración se finca en la confrontación bajo la inmoral premisa económica de “ser competitivos”, en donde la competitividad implica quitarte clientes y mercado para eliminarte, porque la ganancia está primero que las personas, porque las utilidades son más importantes que el ser humano, porque el dinero, para algunos (muchos) idiotas, es más importante que la vida... destruyendo en el proceso la sustentabilidad planetaria.
R- Grrr. Lo grave, mi Santias, es que, conscientes de que revertir estas perversiones, tendría como resultado un mundo más equitativo para todos,… la especie humana no hace nada… y ese es el verdadero drama. ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador