Comunidad epistémica para atender la violencia/Gerardo A. Herrera Pérez
Las comunidades epistémicas han venido excluyendo a quienes no tienen la formación científica para atender problemas y darles la solución; no obstante, desde el pensamiento de la complejidad y desde el dialogo horizontal, en complementariedad, en alteridad y en ecología de saberes, la suma de diferentes experiencias permite generar una riqueza de posibilidades para atender las problemáticas sociales.
De esta manera, la suma de diferentes instituciones y perfiles con formaciones distintas nos plantean nuevos paradigmas para la solución de problemáticas presentes y que exigen nuevas oportunidades para la implementación de nuevos diseños de política pública, donde se considere el holismo, lo sistémico y un trabajo transdisiciplinario. Me permito comentar lo que se puede seguir creando y fortaleciendo a través de la coordinación y establecimiento de comunidades epistémicas.
De manera coordinada, diversas instituciones académicas, de seguridad pública, de protección de los derechos humanos, y de seguimiento y atención a problemas de las adicciones, se reunieron para avanzar en la resignificación y diseño de políticas públicas para continuar brindando la atención a la construcción de espacios libres de las diversas dimensiones de la violencia.
La reunión da seguimiento a las acciones del proyecto de Escuelas libres de violencia en su primera etapa de trabajo, realizadas desde el 2019 y concluida a principios del presente año, que permita transitar a una segunda etapa para abrir nuevas oportunidades de trabajo colaborativo que muevan las voluntades e instituciones para generar atención a las diversas cuestiones que se han presentado durante este confinamiento por la pandemia y que han generado violencia, discriminación, muerte incluso entre menores de edad, al atentar contra su vida.
Durante el desarrollo de la reunión, se reflexionó sobre la importancia de construir el diseño de acciones de política pública para atender las problemáticas que viven en este momento tanto los servidores públicos, entre ellos los docentes, pero también otro tipo de servicio no necesariamente del sector educativo, así como los estudiantes, y desde luego, también los padres de familia.
Entre las reflexiones vertidas se precisó que el diseño de la política pública tendría que atender las directrices que han sido definidas por las autoridades de salud y de educación durante el periodo de la pandemia y el inicio del ciclo escolar 2020/2021, entre las acciones destacamos, la utilización de las plataformas digitales para la interacción del conocimiento y al aprendizaje, razón por la cual se reiteró que los procesos formativos e informativos tendrían que ejecutarse a través de los instrumentos digitales ya conocidos desde el Ejecutivo Federal y el Gobierno del Estado.
Con relación a los perfiles de los disertantes en las plataformas digitales, los participantes coincidieron en la importancia de contar con personas empoderadas y significativamente con información base que permita el traslado de información para el conocimiento y utilidad en el desarrollo de su ejercicio profesional de los académicos y en su momento con los estudiantes.
Con respecto a los contenidos de las mallas curriculares a cubrir durante las intervenciones, se precisó que, serán aquellas en que los alumnos ya capacitados durante la primera etapa, y que expresaron en una encuesta que se levantó, las temáticas que querían conocer más en profundidad, y en cuyo caso serán los temas que se abordaran para los servidores públicos a capacitar. Deseamos seguir colaborando y avanzando en la construcción de modelos sociales libres de violencia y con ejes transversales de igualdad sustantiva, derechos humanos, interculturalidad, cultura para la paz y equidad de género.