En 2020, van 15 casos de acumuladores detectados en Morelia
MORELIA, Mich., 24 de septiembre de 2020.- Por alrededor de cuatro décadas, la vivienda de Teresita*, localizada en la colonia Melchor Ocampo, fue el sitio de resguardo de toda clase de desperdicios, basura y residuos, propios y recolectados en las calles o sustraídos a sus vecinos.
No tiene una necesidad económica evidente, pero sí enfrenta ansiedad y desequilibrios emocionales que, en su caso, buscó resolver conservando lo que para ella era parte de su patrimonio, objetos sin valor material o, incluso dañinos, que representaban recuerdos, anhelos o momentos memorables.
Alrededor de 15 casos como el de Teresita* se han detectado e intervenido en Morelia a lo largo de 2020, refirió Alfonso Suárez, director de Residuos Sólidos, lo que se ha traducido en la extracción de más de 600 toneladas de basura de los inmuebles de los afectados.
Aunque se han encontrado familias dedicadas a la acumulación de basura, motivadas sobre todo por un interés económico, el grueso de las personas que acumulan residuos en sus hogares son adultos mayores que viven solos o en compañía de animales domésticos y fauna calificada como nociva que recibe un tratamiento de mascota.
“Más o menos llevamos 15 casos, casi todos de adultos mayores, que no siempre tienen una necesidad económica evidente, algunos hasta son pensionados; por eso, pensamos que la causa más frecuente de la acumulación es algún desorden o desequilibrio emocional que les lleva a guardar cosas sin valor, descompuestas o basura como si fueran bienes”, explicó Alfonso Suárez.
Empaques de comida, residuos orgánicos, mesas rotas, antiguos televisores descompuestos, juguetes viejos, perros, ratas que comen de la mano de sus cuidadores e, inclusive, restos humanos ocultos entre los desperdicios, han retirado los trabajadores de limpia en Morelia de hogares de acumuladores.“Personal de Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (Dif) municipal y de derechos humanos nos acompaña cuando atendemos un reporte de acumulación de basura, porque debemos tener el permiso de quienes viven en el inmueble para entrar y sacar los residuos; además, requerimos ayuda para tratar a las personas, que a veces sufren ansiedad al ver cómo sacamos sus cosas”, agregó.
La acumulación de basura en los domicilios implica consecuencias adversas para la calidad de vida del afectado; sus familiares, de tenerlos, y sus vecinos, ya que los materiales de desecho en descomposición representan focos de infección y propagación de flora y fauna nocivas, malos olores, filtración de humedad, deterioro de inmuebles y pérdida de la plusvalía de los mismos.
Asimismo, los afectados, en función de cuánta basura logren acumular, pueden quedar restringidos a pequeños espacios libres en sus casas para sus actividades cotidianas, tener enfermedades por la exposición a patógenos y plagas y un mayor aislamiento social que agrava sus males.
Mayor visibilidad al problema de la acumulación de basura
Tras considerar que 15 casos de acumuladores en menos de nueve meses es “una alta incidencia”, el director de Residuos Sólidos mencionó que los reportes se dispararon a raíz de la intervención del domicilio en la colonia Melchor Ocampo, donde los vecinos señalaron que por décadas una adulta mayor resguardó basura que generaban otros residentes o que traía de las calles, al punto que para salir de su casa debía utilizar un túnel improvisado.
“Fue un caso muy sonado, y nos empezaron a llegar muchos reportes, que estamos atendiendo, porque destinar tiempo y recursos a limpiar casas de acumuladores nos implica suspender otras actividades de aseo público y buscamos un equilibrio”, refirió.
“No dejan, desde entonces, de llegar reportes”, reiteró.
La falta de atención a las peticiones de ayuda de los vecinos, en contraste con las acciones desarrolladas actualmente para buscar contener el problema, es la principal causal de esta recepción de reportes, consideró Alfonso Suárez, ya que ahora los quejosos “encuentran eco a sus solicitudes de apoyo”.
El Realito, Solidaridad, Melchor Ocampo, Vasco de Quiroga y otras son las colonias donde se han encontrado acumulaciones de basura, aunque no todos los casos corresponden a personas afectadas por desórdenes psicológicos.
“Tuvimos el caso de la colonia Vasco de Quiroga, donde dos hermanos guardaban basura en una casa que anteriormente fue de su propiedad y que luego vendieron, pero ellos lo que hacían era ofrecer a los vecinos tirar su basura, llevarla a la casa y quedarse con el dinero, hicieron esto por años, ya que del lugar extrajimos más de 160 toneladas de residuos”, mencionó.
Asimismo, en la colonia Villas del Pedregal se denunció la acumulación de basura en 10 casas abandonadas, las que eran utilizadas por los habitantes de la zona como tiradero clandestino, igualmente, movidos por un interés económico.
Cuestionado sobre la reincidencia en los casos de acumulación de basura, Alfonso Suárez señaló que sólo se tiene la familia en la colonia Vasco de Quiroga, que ha vuelto a recoger desperdicios para introducirlos en la propiedad que previamente fuera de ella y que está interconectada con su domicilio, por lo que se analiza clausurar esa vía de acceso y localizar al actual dueño del inmueble.
“Nosotros limpiamos los domicilios, pero el personal del Dif municipal nos ayuda a darle seguimiento a cada caso para tratar que no reincidan y que se atiendan los problemas que desencadenaron la necesidad de acumular residuos”, indicó.
El síndrome de Diógenes o viviendo entre la basura
Aislamiento social voluntario, reclusión, abandono de la limpieza personal y del hogar, y acumulación de basura o de objetos inservibles son algunos de los signos de una condición psiquiátrica caracterizada en 1975 que es conocida como síndrome de Diógenes.
Puede afectar a jóvenes, pero se presenta sobre todo en adultos mayores, y, pese a que las dificultades económicas pueden desencadenar el síndrome, la causa más recurrente es la soledad, sea por la pérdida o muerte de seres queridos, cuadro de depresión o abandono.
El envejecimiento de la población y el creciente número de adultos mayores que viven solos han puesto las condiciones propicias para el desarrollo del síndrome de Diógenes, un trastorno progresivo y que conlleva múltiples alteraciones psiquiátricas.
Entre las dificultades para el tratamiento del síndrome de Diógenes destaca el hecho de que los pacientes, si no están incapacitados física o mentalmente, no pueden ser extraídos de sus hogares sin su consentimiento, además que tienden a rechazar la ayuda de familiares y social, por lo que se enfrenta una alta tasa de reincidencia.
*Nombre ficticio