El género/Gerardo A. Herrera Pérez
El género
Gerardo A. Herrera Pérez
La importancia de dar lectura a publicaciones con enfoques de otras formas de analizar el pensamiento, y que en mucho ayudan a la comprensión de la realidad que vivimos. Tuve la oportunidad de dar lectura a dos texto uno de Gayle Rubin, “El tráfico de mujeres: notas sobre la economía política del sexo” y de Joan W. Scott “El género: una categoría útil para el análisis histórico”.
Ambos textos encierran reflexiones profundas que nos invitar a repensarnos en lo que hoy estamos realizando y no porque no existan nuevas reflexiones, al contrario, porque muchas de las disertaciones de hoy están basadas y fundamentan sus construcciones en parte en estos autores y muchos otros que han aportado importantes y trascendentes reflexiones sobre la relación sexo y género.
Cómo entender el género: una simple sustitución del concepto de lo masculino y femenino; para la presentación de datos estadísticos; equidad entre hombres y mujeres; feminismo; es más que todo ello, el género persigue la hegemonía del hombre y el poder, y el control social y económico.
Comparto algunas notas que realice derivado de las lecturas que realice sobre los textos y las comparto con el público que me hace favor de leerme. El género es un instrumento que ha permitido identificar las relaciones entre los sexos; la división del trabajo; el estudio de manera relacional entre lo que realiza o ejecuta el hombre y la mujer.
Pese a ello, existe una crítica sobre las investigaciones que no han incluido a las mujeres en la historia, quienes seguramente vendrían a redefinir y ampliar las nociones tradicionales del significado histórico, pero además incluirlas permitiría abarcar su experiencia personal y subjetiva además de sus posiciones públicas y políticas. Esta acción en la investigación requeriría de ampliar conceptualmente el género para ser una categoría de análisis (ahora ya lo es), revisando las posturas desde la clase social, la raza y el género.
El género: suena más neutral y objetivo que mujer; está más cerca de las ciencias sociales y lejos del feminismo; incluye a la mujer sin nombrarla; información de mujeres y de hombres; relaciones sociales entre sexos; es una construcción cultural; identidad subjetiva de lo que le toca a la mujer y lo que le toca al hombre. El género visto desde esta perspectiva no explica cómo se ejecuta la relación social entre sexos, como funcionan o bien cómo cambian.
Los investigadores eligen sobre tres posiciones teóricas para explicar el género: la primera, intenta explicar los orígenes del patriarcado; la segunda, se centra en la tradición marxista; la tercera, se basa en la producción y reproducción de la identidad de género del sujeto.
El interés en el género como categoría analítica surge a finales del siglo XX, pero no bajo el enfoque de hablar de los sistemas de relaciones sociales o sexuales; en todo caso el término género es utilizado por las feministas para insistir en la insuficiencia de una explicación que no considera la desigualdad de mujeres y hombres. De cualquier forma el género debe ser visto como una categoría analítica.
Para la antropóloga Michelle Rosaldo, expresa que “el lugar de la mujer en la vida social humano no es producto, en sentido directo, de las cosas que hace, sino del significado que adquieren sus actividades a través de la interacción social concreta”. Es decir hay que buscar no en lo que hace la mujer, sino el significado que tiene tanto individual como colectivo.
Para Joan W. Scott, el género reposa bajo una conexión integral, primero, el género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos y el género, y en género es una forma primaria de relaciones significantes de poder.
Scott, plantea que como relaciones sociales basadas en la diferencia de sexo y genero tiene cuatro elementos interrelacionados: a) los símbolos (Eva y María), de la vida judeocristiana, que son la base de la historia de una mujer que traiciono al hombre y que por ello, lleva en sus espaldas el que la mujer es vencida, dominada y disciplinada, es decir, colocada en una posición de subordinación y obediencia, todo por comer la manzana y desobedecer (Rita Segato, La guerra contra las mujeres); b) el significado de los símbolos, limitar y contener sus posibilidades metafóricas, es decir mantener en el tiempo la posición unívocamente del significado de varón y mujer, masculino y femenino, lo que le corresponde a la mujer y lo que le corresponde al hombre.
C) romper con la presencia de la permanencia intemporal en la representación binaria del género, para incluir nociones de política y referencias de instituciones y organizaciones sociales, en análisis no solo debe de partir de la familia, sino del mercado de trabajo. D) la identidad subjetiva, es el cuarto elemento del análisis del género, se requiere avanzar en identificar la identidad genérica con las organizaciones sociales y representaciones culturales fundadas en la historia.
Una reflexión importante es como se interconectan estos cuatro elementos, y se propone que sea a través de las clases, razas y etnicidad.
De esta manera el género es una forma primaria de poder. Los efectos del género los encontramos en las relaciones sociales, en las instituciones, en las organizaciones sociales, y en las representaciones culturales.
La pregunta es cómo se legitima el género? Para Pierre Bourdieu, la división del mundo se basa en las diferencias biológicas y sobre todo en la división del trabajo de producción y reproducción, otros lo ven desde cuestiones religiosas o sociales.
La diferencia sexual no debería de generar jerarquía social, sin embargo, es fundamental la existencia de la jerarquía, para el sometimiento y control de la mujer.