Tras un año de recabar pruebas, inicia juicio de crimen pasional
MORELIA, Mich., 9 de junio de 2020.- Ante el juez de control Manuel Padilla, este martes, el Ministerio Público local presentó a Armando H., por presuntamente ser el principal sospechoso de privar de la vida a su vecino, argumentando la representación social que el móvil fue pasional.
Al Ministerio Público especializado en homicidio doloso le tomó casi un año reunir los datos de prueba en contra de Armando H., un hombre que rebasa los 60 años, identificado por una testigo ocular, y que vivía a unos pasos de la víctima, Gustavo Ernesto.
En audiencia pública celebrada este martes en la sala 9, del Poder Judicial de Michoacán, el fiscal aseguró que el asesinato había sido en la avenida del Maestro.
El asesinato fue cometido a unos pasos de una amiga de Gustavo Ernesto, quien declaró haberlo visto todo: a su amigo arriba de una camioneta de su propiedad, al imputado acercarse y enseguida escuchar el disparó, bala que se alojó directo en la cabeza de la víctima.
Los datos de prueba presentados al juez, y que en la audiencia no respondió la defensa, dejaron entrever que detrás había un matrimonio en vías del fracaso: indifelidades, violencia de género y, probablemente, negación a aceptar lo inevitable: la separación y el escarnio público, porque en esta sociedad moreliana sigue siendo el divorcio motivo de cuestionamientos.
Amigos y familiares de la persona privada de la vida informaron a la autoridad ministerial que Gustavo Ernesto sostenía "una relación" con su vecina, quien trabajaba en una notaría de la avenida del Estudiante, a la vuelta del lugar del asesinato.
Horas después de haberse confirmado la muerte de Gustavo Ernesto, la mujer con la que sostenía una "relación", y con mismo domicilio del ahora imputado, se presentó de urgencia en un hospital de la ciudad, porque la habían agredido a golpes y asestado una puñalada en el tórax.
La mujer agraviada nunca quiso interponer denuncia por la agresión que la mandó al hospital; a la familia le aseguró se trató de una tentativa de robo a casa habitación, pero los problemas dentro del hogar eran ya del dominio familiar y en todo momento hubo duda de las circunstancias en que le propinaron las lesiones, hecho que también se ventiló este martes en los tribunales.
Sin embargo, el Ministerio Público no solicitó al juez medida de protección alguna a favor de la mujer, quizás confiado en la vinculación a proceso del imputado y la prisión preventiva oficiosa como medida cautelar.
Esta tarde, Manuel Padilla, juez de control, se pronunció solo sobre una cosa: la prisión preventiva oficiosa, porque la defensa y la persona detenida pidieron la duplicidad del término constitucional, el cual vence el próximo domingo, tiempo suficiente para que la defensa se prepare y debata los argumentos del fiscal.