Teléfono rojo/José Ureña
- El coronavirus y el ninguneo de los partidos políticos
- El gobierno rechazó sus prerrogativas e instalaciones
- Senadores y empresarios se organizan para el T-MEC
Todo fue pura falsedad.
Cuando llegó el coronavirus y aparecían barruntos sanitarios y económicos en el horizonte nacional, los partidos salieron a presumir aportaciones.
Todos estaban dispuestos a renunciar a sus prerrogativas, decían, en aras de auxiliar a los mexicanos en apuros.
Unos más, otros menos.
Los menos ofrecían 50 por ciento del dinero al cual tienen derecho del Instituto Nacional Electoral (INE).
Alguno ofreció 70 por ciento.
Y por supuesto hubo planteamientos formales de disponer de todo su dinero, aunque con condiciones en el manejo.
Pero han pasado los meses y ahora nadie se acuerda de aquella generosidad con fines político-electorales.
Como en 2017, cuando tras el sismo del 19 de septiembre el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Yeidckol Polvensky anunció cientos de millones de pesos.
¿Y qué pasó?
Simplemente nunca llegaron a los supuestos beneficiarios y todavía hoy los damnificados presionan a las autoridades urbanas.
Agua de borrajas.
PROPUESTAS SIN RESPUESTA
En este momento sólo hay un dato cierto.
A petición de parte y por disposición del INE, se han reducido las prerrogativas al movimiento encabezado por Alfonso Ramírez Cuéllar.
En total 826 millones de pesos, equivalentes a la mitad del dinero concedido por la ley para el presente año.
De todas maneras, dispone de una cantidad similar para hacer proselitismo, aunque éste se patrocine desde el poder.
De los demás, nada.
Algunos casos:
Acción Nacional (PAN) de Marko Cortés se declaró dispuesto a renunciar a esa entrega, más de mil millones de pesos muy útiles para la situación actual.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) de Angel Avila dejaría también de percibir sus 450 millones de pesos si había manejo honesto fuera de las manos oficiales.
El más generoso fue el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Alejandro Moreno, Alito, el cual ofreció no nada más sus poco menos de 900 millones de pesos, sino su tiempo en radio y televisión.
Y mucho más: Alito puso a disposición de las autoridades sanitarias sus 300 edificios para hospitalizar a enfermos de Covid 19.
No hubo respuesta: ni se aceptó un manejo ciudadano para no usar ese dinero políticamente ni se contestó a la propuesta priísta.
Y eso no es culpa de los partidos.
T-MEC A CONTRACORRIENTE
1.- Ayer dábamos cuenta aquí de las leyes pendientes para adaptar el tratado con Estados Unidos y Canadá, el T-MEC.
Deben actuar rápido porque ese acuerdo entrará en vigor el 1 de julio y debe sellarse con un encuentro presidencial en Washington.
Hoy se dará un paso más:
Representantes del Senado de la República -con Ricardo Monreal a la cabeza, obvio- dialogará con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Carlos Salazar.
Ese tema y medidas para atacar la crisis económica serán los principales temas de esta videoconferencia.
A ver si ahora sí abren Palacio Nacional.
Y 2.- al final resultó mentira el espionaje denunciado por el PAN en el Senado.
Esto se sabía desde marzo, pero como el PAN insistió en su autovictimización, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) pidió difundir el peritaje a la Fiscalía General de la República (FGR).
Todo porque la gente de Mauricio Kuri presiona más allá de lo debido pese al aval de esos micrófonos desde la construcción de la nueva sede senatorial.