Nada ha cambiado: morelianos siguen ignorando aislamiento obligatorio
MORELIA, Mich., 3 de mayo de 2020.- Es domingo por la mañana en la ciudad en cuarentena, y, a ojo de buen cubero, sus calles y plazas en la zona Centro lucen prácticamente vacías.
Sin embargo, una más detallada mirada permite identificar transeúntes, familias con infantes pequeños y grupos de amigos que caminan por las vialidades, algunos con cubrebocas, en veces utilizado como cubrepapada; otros, confiando en su buena suerte, sin medidas de protección personal.
Bancas en plazas como De Armas, Jardín Villalongín, Melchor Ocampo, Las Capuchinas, Valladolid y Benito Juárez, a pesar de haber sido clausuradas por personal del ayuntamiento, están ocupadas por algunos paseantes que descansan, admiran el paisaje o alimentan a las palomas.
Las cintas precautorias colocadas por trabajadores municipales no impiden que personas, entre las que destacan adultos mayores, se sienten en el mobiliario de las plazas del Centro Histórico, cintas que han sido retiradas o lanzadas a un costado para que no estorben.
Un par de clientes en los restaurantes y negocios de alimentos preparados con atención al público, ciudadanos acompañados por sus mascotas, vendedores ambulantes de flores que anticipan la conmemoración del Día de las Madres y empleados de comercios cercanos, son asimismo parte de la ocupación de la zona Centro de Morelia.
Las calles paralelas a la avenida Madero son aprovechadas por oferentes informales de cubrebocas, que exhiben su amplia diversidad de modelos y estilos de este insumo en camionetas o sobre sus manos, mientras algunos compradores eligen la mercancía de su preferencia.
Al interior de la Catedral, fieles se resisten a alejarse de las prácticas de devoción y acuden a elevar sus rezos, en contraste con el templo de Las Capuchinas, que, aunque con sus puertas abiertas, se encuentra vacío.
Elementos de la Policía Michoacán recorren el Centro Histórico, especialmente las inmediaciones de la Catedral, para dispersar a la población que presumiblemente no realiza actividades esenciales, en tanto que en el exterior de tiendas departamentales empleados explican a paseantes las restricciones impuestas para el acceso a estos giros, como la prohibición de la entrada a niños y adultos mayores.
Es domingo por la mañana en la ciudad en cuarentena, y para algunos es un día sin novedades, un domingo de paseo y esparcimiento familiar fuera de casa, un domingo para buscar el sustento del hogar, un domingo para acercarse a la divinidad.