Centros escucha, abiertos a los que albergan odio en su corazón: Obispo
MORELIA, Mich., 12 de enero de 2020.- Los centros de escucha del arzobispado michoacano amplían sus servicios a las personas que albergan en su corazón odios, rencores y amargura para evitar que descarguen esos sentimientos negativos contra personas inocentes como pueden ser los hijos, afirmó el obispo auxiliar, Juan Espinoza.
Consideró que todos llevamos marcas y heridas que, por falta de oportunidad, no son expresadas, pero que se manifiestan hasta en una respuesta violenta contra el conductor que se cierra en medio del tráfico vehicular, lo cual debe ser una alerta para buscar ayuda profesional para evitar dañar a inocentes.
Indicó que los centros de escucha no solo son para las víctimas de alguna situación de violencia, son también para las personas que pueden ser violentas y todo ser humano necesita de ayuda y acompañamiento para manejar su amargura.
“El psicólogo no es solo para personas que están totalmente mal, a todos nos ayudaría mucho hablar con un profesional para sacar todas esas cosas que no nos dejan ser felices; en los centros de escucha siempre hay un psicólogo, un sacerdote para la ayuda espiritual, abogados por si hay alguna situación jurídica, trabajadoras sociales, son equipos interdisciplinarios que están al tanto de la persona que está en una situación difícil”.
En rueda de prensa, reconoció que actualmente las familias sufren machismo e injusticias que llevan a cometer crímenes como fue el caso de Nohemí, la mujer que asesinó a su hija a puñaladas e hirió a su otro hijo, por lo que hizo un llamado a cuidar más a la familia, a que los padres manifiesten su amor a sus hijos.
Lo mismo ocurre en la escuela, a la que se acude más por obligación que por el gusto de aprender y cuando se es niño puede ser una experiencia negativa que va creando rencor y coraje entre los niños cuando se debe educar con ternura, como lo proponía Juan Bosco, y evitar así hecho violentos como el que cometió José Ángel, el niño de 11 años que asesinó a su maestra.