Festejos de Año Nuevo aún no concluyen; morelianos siguen en las calles
MORELIA, Mich., 1 de enero de 2020.- Es la mañana del primer día de 2020 y en Morelia la celebración del Año Nuevo aún no concluye para familias y amigos que, en sus viviendas o en las calles, continúan los festejos.
Al amor de una fogata que se mantiene cuidadosamente encendida, Paola disfruta del primer día de este año con primos y amigos.
Música, alimentos y bebidas acompañan la reunión, que tradicionalmente llevan a cabo los jóvenes desde la noche del 31 de diciembre hasta la mañana del 1 de enero.
No es un caso excepcional: familiares y amigos de Javier también se han congregado en el frente de su domicilio para festejar el término de un año y el inicio de uno nuevo, encuentro en el que la algarabía y la alegría son los principales invitados.
Asimismo, entre música, el típico recalentado y bebidas, la familia y amigos de Alejandro López prosiguen la fiesta y departen entre risas y charlas.
En otros hogares, las fiestas concluyeron y las familias se afanan en la limpieza de los restos de la celebración, en tanto que otros convidados disfrutan de los últimos momentos de la misma.
Sin embargo, en la capital michoacana no hubo festejos para todas las personas, para algunas familias, la celebración de Año Nuevo se convirtió en una estadía en el exterior de un hospital, a la espera de la recuperación de un ser querido enfermo.
Es el caso de Dulce, quien a las 04:00 horas del 1 de enero debió ingresar a su yerno en el Hospital Civil, lesionado de una mano por la explosión de un cohete.
Los infantes no se viven excluidos de los percances en Año Nuevo: Juan Arias debió viajar desde Zamora a Morelia para dar atención a su pequeño, de 9 años, luego que éste se lastimara al jugar, por lo que recibió 2020 en el exterior del Hospital Infantil, en compañía de su esposa.
Con independencia de la forma en que los residentes de Morelia vieron comenzar 2020, la ciudad despierta de a poco, con algunos transeúntes que se dirigen a sus trabajos o sus hogares, negocios aún cerrados, algunos cohetes y palomillas y la ausencia de tránsito vehicular en sus vialidades.