Evangelina, a sus 84 años con ojos cansados pero sonriente
MORELIA, Mich., 25 de diciembre de 2019.- Una menuda mujer de 84 años anda despacio sobre el pasillo de la Casa de los Abuelos Miguel Hidalgo. Se levantó para darle una vuelta al patio central y así mantenerse activa. Su andar es lento, y su pelo color plata brilla con la luz que entra por los ventanales. Se llama Evangelina y tiene ojos cansados, con una expresión triste, pero sonríe.
"¡Qué milagro!", dice como si conociera a los recién llegados. Completa la frase diciendo: "ya no habían venido, ya los extrañaba", y lo hace con una sonrisa que le ilumina el rostro.
Ella creía que iba a cenar pollo rostizado "o como sea, con ensalada", sin embargo para esta Nochebuena, Evangelina cenó lomo, ya que este año en esta casa de reposo decidieron cambiarles el platillo ya que continuamente había sido pollo.
En la víspera de la Navidad, Evangelina parece muy sola, Pero no es así; su familia la visita con mucha frecuencia. Cuenta a Quadratín que hace unos días salió a comer con su familia, estuvo en casa de ellos, y además le ayudaron con algo de dinero.
Emocionada casi a las lágrimas, cuenta que una señora amiga de ella le llevó un regalo, "así que le estoy diciendo a Nuestro Señor que muchas gracias que me quiere mucho". Relata que tenía mucho frío, se bañó pero no se le quitaba. Solo fue a través del regalo de su amiga, una bufanda, que pudo mitigar las inclemencias del tiempo.
La mujer explica que nació en Tlazazalca, un municipio cercano a Zamora, hace ya 84 años. Es un pueblo con mucho dinero, dice mientras hace un ademan con la mano en señal de dinero; "yo era la más pobre", dice riendo.
A Evangelina se le ve tranquila y contenta, y lo dice sin ningún reparo; lleva ya 11 años en la Casa de los Abuelos y lo que le falta, "yo venía por tres y ahora ya tengo 11", dice, mientras se va despidiendo para seguir su andar lento pero constante.