Inteligencia emocional, urgente en escuelas y como política pública
MORELIA, Mich., 23 de diciembre de 2019.- Tener inteligencia emocional no es ser empático o un ser humano con gran personalidad. Esta es una confusión común entre la gente, por lo que conocer del tema a profundidad se ha convertido en una urgencia y en un campo de estudio.
Un ejemplo de ello es la existencia de un Centro de Inteligencia Emocional en la Universidad de Yale, cuyo director, Marc Brackett, lleva 25 años recorriendo el mundo intentando que la gente hable de sus emociones.
Quadratín conversó con el escritor de Permiso para sentir, un libro para desbloquear el poder de las emociones con la finalidad de ayudarnos a nosotros mismos, quien también es el cocreador de Ruler Approach, un enfoque sistémico y basado en la evidencia para el aprendizaje social y emocional, que ha sido adoptado por más de 2 mil escuelas públicas y privadas, desde preescolares hasta secundarias de los Estados Unidos y otros países, incluyendo Australia, China, Inglaterra, Italia, México y España.
Brackett disertó sobre la importancia de enseñar inteligencia emocional en casa, desde antes del nacimiento de un niño, en las escuelas, para tener un mejor ambiente dentro de las redes sociales y la urgencia de que en los países se creen políticas públicas al respecto:
¿Cómo debe ser una escuela emocionalmente sana, y por qué la inteligencia emocional es importante para la educación?
Una escuela emocionalmente sana se puede medir por las emociones de los maestros y los estudiantes. Lamentablemente, tras investigaciones se ha detectado que cuando le preguntas a los maestros cómo se sienten, dicen que están frustrados, estresados, abrumados. Le preguntas a los estudiantes y dicen que están cansados, estresados y aburridos.
Esas no son las mejores emociones en un ambiente donde vas a aprender, a construir relaciones. La pregunta entonces es: ¿qué necesitamos hacer en nuestras escuelas para pasar de esa situación a emociones que son más eficaces como sentirse inspirado, energizado, valorado, apoyado?
¿En las escuelas tendría que haber una clase enfocada a este tema?
Para enseñar inteligencia emocional deben conjugarse varias cosas como hacer que el niño se pregunte: “¿qué estoy sintiendo, qué estrategias que puedo usar o funcionan en mí para ayudarme a regular mis sentimientos?”. Por supuesto, puede ser integrado a la instrucción, lo que significa que puedes planificar lecciones que sean más inteligentes emocionalmente.Hay que cuestionarse:¿es el adulto que enseña en la clase inteligente emocional? ¿Es el diseño de la instrucción inteligente emocionalmente?
¿Considera que los maestros en general están preparados para impartir inteligencia emocional o hay un desconocimiento en la materia?
Hay un desconocimiento porque no es parte de su entrenamiento, por lo que nuestra idea, con el programa Ruler Approach, es que el primer año solamente trabajemos con los maestros sobre cómo reconocer emociones, comprender, etiquetar, expresar y regularlas.
¿Qué papel juegan los padres en esta enseñanza?
La idea de Ruler es trabajar con toda la comunidad educativa; eso implica líderes, profesorado, coordinadores, administración y las familias. El problema es que los padres no tienen tiempo para dedicarle dos horas a un workshop en la escuela. Lo que hacemos es trabajar con el alumno y que él ayude a sus padres, de esa forma podemos ponerlos a bordo y ayudar al estudiante a entender mejor, siendo los maestros de sus padres. A ellos les toca recibir el entrenamiento e ir trabajando con sus familias en una serie de actividades.
¿Cuál es la edad indicada para empezar a trabajar la inteligencia emocional?
Desde que el bebé está en la panza. Es pre nacimiento si quieres verlo seriamente, y obvio tan pronto como tenga habilidades de lenguaje es cuando hay que enseñarle las palabras adecuadas y las estrategias. Mientras más temprano, mejor, pero más importante es que nunca se detenga. Estas habilidades siempre tienen que estarse estudiando y desarrollando.
¿En qué países se está dando mejor la enseñanza de la inteligencia emocional?
Respecto a México, en tres años trabajando a nivel de preparatoria en el Tec de Monterrey, hemos visto buenos resultados. El campo de la educación emocional nació en Estados Unidos, entonces allá se está haciendo mucho al respecto en términos de políticas, las escuelas están adaptando Ruler a sus proyectos, pero hay un interés internacional en ello. Estamos trabajando en China, en España, Australia, Italia. Creo que el mundo, con excepción de algunos países, se ha dado cuenta de que esta área sobre el desarrollo de las cualidades emocionales y sociales es muy importante.
Con el auge de las redes sociales y la proliferación de casos de bullying dentro de ellas, ¿cómo aplicar la inteligencia emocional para educar y generar un ambiente más sano dentro de estas?
Los adultos que crían niños deben entender cómo las tecnologías afectan el desarrollo adecuado. Tenemos que entender cómo jugar en ese contexto, pues es un mundo diferente. Los padres ahora usan la tecnología como una forma de mantener a los hijos ocupados, incluso pequeños de menos de un año gastan una hora al día en iPads o teléfonos, los adolescentes actualmente, al menos en los Estados Unidos, seis horas por día, y el tiempo que pasan en esas plataformas está relacionado con ansiedad y depresión. Tenemos que saber que está relacionado.
En el ámbito escolar, debemos enseñarles a los profesores valores digitales para que puedan entrenar a los seres humanos en cómo usar estas plataformas de manera apropiada.
¿La falta de inteligencia emocional en la escuela es la causa de tanta violencia en las calles, sobre todo en América Latina?
No lo creo. La gente que es agresora tiende a tener menos inteligencia emocional, es menos empática, no es buena en leer a las personas y regular sus emociones. Lo más importante es regresar a la primera pregunta: ¿cuáles son las normas en la escuela sobre cómo se tratan unos con otros? Si establecemos normas como que es una escuela donde se valoran las relaciones positivas, la regulación emocional saludable, entonces tendrás personas que se la llevarán mucho mejor y se podrían prevenir problemas de agresividad y comportamientos negativos en el contexto educativo.
¿Se pueden impulsar políticas públicas, es decir, que el Gobierno haga algo para mejorar o atender la inteligencia emocional como si fuera un problema de salud?
Un niño vive en un contexto. Tienes al niño, la familia, la escuela, comunidad, estado, Gobierno, y en nuestro modelo, todo lo que le rodea debería estar pensando en inteligencia emocional, porque si por ejemplo el Gobierno no actúa de esta forma, eso influye en cómo se siente la gente. El escenario ideal, entonces, es que por ejemplo aquí en México el Secretario de Educación diga: “la inteligencia emocional es importante, nos vamos a asegurar de que cada escuela tenga el sistema de apoyo para maestros, estudiantes líderes”, y de esa forma la política afecta el currículo, la enseñanza y el aprendizaje.