Tras escándalo Elvia Higuera declina aspiración a CEDH
MORELIA, Mich., 19 de diciembre de 2019.- Luego de no alcanzar los 27 votos de los diputados que la llevarían a la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Elvia Higuera dio a conocer su renuncia a través de un texto en el que arremete contra todos los que no la apoyaron, reduciendo a su persona un asunto de legalidad y de instituciones.
Aquí el texto:
Queridos amigos y amigas:
Escribo las presentes líneas para agradecer desde lo más profundo de mi corazón el acompañamiento, confianza, solidaridad y sororidad que me brindaron como aspirante a presidir la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Michoacán. El día de hoy decidí retirarme del proceso como una muestra de la ética, congruencia e integridad que ha caracterizado mi trayectoria profesional. Reitero mi eterno agradecimiento a las Diputadas y Diputados, organizaciones y colectivos sociales, instituciones educativas, medios de comunicación honestos y auténticos periodistas que creyeron en el proyecto de una Comisión Estatal de Derechos Humanos congruente, integra, austera, garantista y con una auténtico y verdadero compromiso por la defensa de los derechos y libertades de todas las personas.
Hago votos porque NINGUNA MUJER transite por una experiencia de violencia y discriminación con la saña y denigración como fue mi caso, por el solo hecho de ser mujer y aspirar a mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en este Estado. Señalamientos y ataques que fueron dirigidos por personas, mujeres y hombres, con una “calidad moral” superior a la mía y entre los que identifique a algunos que están a favor de la vida, pero no proporcionan una pensión alimenticia digna para sus hijos e hijas, otros que han sido señalados por hostigamiento y acoso sexual, otros por violencia doméstica, otros por beneficiarse con los recursos públicos y por hechos de corrupción, pero que afortunadamente están a “favor de la vida”. Agradezco que en este proceso comprobé la solidaridad de muchos hombres valiosos y mujeres que con su actuar congruente, no con discursos huecos y prostituidos a favor de las mujeres, estuvieron acompañando y fortaleciendo esta propuesta.
Me retiro de esta contienda orgullosa de no haber traicionado mi ideología feminista, tal y como ésta es, plena en derechos y libertades para todos y todas, no a medias tintas, congruente con mi lucha por la justicia e igualdad social y con la legitimidad que me da el no tener ningún señalamiento por hechos de corrupción y deshonestidad (salvo las fabricadas desde algunos medios de comunicación “honestos”).
Es lamentable que algunas personas, desde el Congreso del Estado, hayan generado un discurso de odio contra mi persona, contrario a la naturaleza democrática y garantista que debe prevalecer en el Poder Legislativo y hayan filtrado grupos ultraderechistas para generar violencia y desestabilizar el proceso legislativo. Finalmente prevalecieron los intereses obscuros, las componendas, la voracidad por la obtención de espacios y las ideologías que han costado vidas en este Estado.
Para quienes asumieron que estaba ahí para obtener una “chamba” o para responder a intereses partidistas, les comparto que mañana asumiré con mucho respeto y dignidad la Presidencia del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, que es un órgano ciudadano, desde donde seguiremos trabajando a favor de la transparencia, la rendición de cuentas, el manejo honesto y responsable del recurso público, pues si de algo estoy convencida es que invariablemente cualquier desvío del recurso público se traduce en la violación a un derecho fundamental.
Me pronuncio a favor de la vida, pero una vida digna y con acceso a todos los beneficios que el Estado debe brindarnos, me pronuncio a favor de la vida, pero a una vida libre de violencia, de acoso y hostigamiento sexual, a una vida libre de discriminación, a una vida en igualdad de derechos y libertades, porque hasta que la dignidad se haga costumbre, vivir en la indignidad no es vivir.
Seguiremos en esta lucha por mi hija Aura a quien amo profundamente, por tu hija y por nuestras hijas e hijos, por las personas desaparecidas, por las victimas de la violencia feminicida, por las personas que son asesinadas por crímenes de odio, por las niñas y adolescentes violadas, las que están siendo prostituidas, por las que son rechazadas por su orientación sexual o por aquellas que no acceden a un empleo por su condición de discapacidad. Por ellas, ellos, nosotros y nosotras vale la pena seguir luchando, porque no queremos vivas, pero vivas en dignidad, derechos y libertades.