Sin FENAL feliz/Zaid Mora
Tan importante es comer como leer, la lectura es una herramienta impresionante que pone a trabajar nuestra mente, nutre la imaginación y agiliza la inteligencia. Debes agradecer a la lectura por tu buena escritura, tu redacción coherente y sobre todo porque te da una mejor manera de expresar tus ideas o pensamientos.
A lo largo de once años, la Feria Nacional del Libro en nuestra entidad nunca se pudo consolidar como un referente intelectual de Michoacán, sino todo lo contrario, este año con su cancelación no fue la excepción. Entre funcionarios que daban de alta a jóvenes para dar su servicio social como staff de la FENAL y simular su pago, hasta lluvias torrenciales con afectaciones al material de los editores, mala organización, cambios de sedes, de fechas, cambios de nombre, deudas a proveedores, deudas a expositores, deudas a escritores, deudas a la Federación, deudas y más deudas. Haciendo un poco de memoria, hace varios años si querías participar y tener un lugar en la Feria Nacional del Libro, tenías que pagar tu transporte, alimentación, hospedaje por los días que durara el evento y cinco mil pesos por stand, si vendías un libro o cien era asunto tuyo, lo que se ofrecía a cambio era luz en el stand, un pequeño refrigerio, el logo de la empresa que representabas en medios digitales e impresos y nada más.
En las reuniones previas a la fecha de inauguración, llevadas a cabo por el Consejo Consultivo y organizadores, mencionaban con apasionamiento a la FIL de Guadalajara, a la reconocida Feria de León y la de Uruapan como principal modelo para lograr una buena operatividad, ejecución y elaboración de la Feria Local, es decir, no existía originalidad, se pretendía únicamente copiar las acciones de los vecinos. La falta de identidad como Feria Nacional, el interés de lucrar con estos eventos tan necesarios, las deudas, así como la reasignación de los recursos, son el pretexto indicado para decirle adiós.
Le quedan dos años del Gobierno actual, desde hoy pueden iniciar las gestiones y pagar los adeudos de ediciones pasadas para poder realizar algo digno en años posteriores, empezando por un espacio adecuado para autores nacionales en el cual puedan presentar y firmar sus libros, el espacio deberá tener foros para presentaciones editoriales, ludoteca, áreas verdes, salones para llevar a cabo talleres, obras de teatro con guiones frescos, conciertos, lectura en voz alta, presentaciones de poetas jóvenes y veteranos, salas de lectura, negocios, exposición y profesionalización de público asistente, así como de animadores de lectura, ilustradores, bibliotecarios y escritores.
Escucho e intento comprender; no tiene el mismo impacto un Congreso Nacional Charro, que una Feria Nacional del Libro o que un Festival Internacional de Cine, pero debe tener la misma importancia, son espacios de convivencia que promueven y posicionan nuestro Estado y claro que se deben realizar con las mismas ganas, solo que los apoyos y las prioridades son distintas. Lo que si les puedo asegurar es que leer evitará que canceles Ferias Nacionales del Libro.
Manos a la obra, no en las armas.