Seguridad humana en Tlalpujahua/Gerardo A. Herrera Pérez
Seguridad humana en Tlalpujahua
Gerardo A. Herrera Pérez
Trabajar de manera colaborativa con las autoridades del H. Ayuntamiento de Tlapujahua, la Dirección de Seguridad Pública Municipal y del Órgano Autónomo de Derechos Humanos de Michoacán es una gran oportunidad para la protección y defensa del bien más importante del ser humano, la vida.
En el marco de la Jornada para la Paz y la Convivencia Social en Tlalpujahua, se desarrolló la capacitación a los elementos de seguridad pública municipal sobre los conceptos de ser humano, persona, ciudadano, dignidad humana y el uso de la fuerza.
Las acciones obedecen a los compromisos institucionales y de fortalecimiento del trabajo de los elementos de seguridad pública para la construcción de ejercicio de su función pública que respete la dignidad humana de la población, pero que además utilice un lenguaje público basado en el respeto a los derechos humanos, de igualdad y no discriminación, en perspectiva de género, interculturalidad y desde luego en la cultura de la paz social, todo ello con una sola finalidad de informar y formar, y generar la sensibilización y el compromiso de respeto a la otredad, es decir, a los gobernados, con una fuerza aplicada desde el marco jurídico y sin excederse de la misma.
Esta Jornada municipal de capacitación por los Derechos Humanos, genera las condiciones de que todo el personal de seguridad pública aborde estos temas, los apropie y con ellos aprenda a realizar un contacto con la población basado el respeto a los derechos humanos, tan necesaria para la comprensión desde donde se diseña la política pública, pero también para fortalecer el discurso público como anteriormente se expresó.
Desde dicha reflexión, todos y todas las participantes con una actitud positiva y de mucho respeto, escucharon a los disertantes, quienes explicaron algunos de los documentos sustantivos universales, regionales y nacional, sobre los derechos humanos y las libertades: Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Se insistió que todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son universales, interrelacionados, interdependientes e indivisibles y progresivos.
Los Seres Humanos nacen con sus derechos, una vez que los humanos se reúnen en comunidad y hacen sociedad, adquieren obligaciones, de esta manera, los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los derechos humanos se encuentran ubicados en cinco bloques: derechos humanos de igualdad, libertad, seguridad social, seguridad jurídica y propiedad.
Los Estados asumen las obligaciones y los deberes (en este sentido el Estado mexicano), en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. En el plano individual, así como debemos hacer respetar nuestros derechos humanos, también debemos respetar los derechos humanos de los demás.
En materia de obligaciones tal como lo prescribe la Declaración Americana de los Derechos y Deberes las personas tenemos obligaciones, tales como; la instrucción, votar en procesos electorales, trabajar, colaborar y cooperar en las comunidades, pagar impuestos, entre otros.
Por otra parte, el derecho humano a la seguridad pública es una obligación del Estado mexicano y una responsabilidad de atenderlo de los tres niveles de gobierno, el Federal, Estatal y el municipal, toda vez que como los expresa Sergio García Ramírez, la seguridad pública es una cualidad de los espacios públicos y privados, que se caracteriza por la inexistencia de amenazas que socaven o supriman los bienes y derechos de las personas y en la que existen condiciones propicias para la convivencia pacífica y el desarrollo individual y colectivo de la sociedad.
De igual manera se realizó una exposición sobre el uso legal de la fuerza, sus principios y los momentos en los cuales se debe de aplicar y como aplicarla. Con ello, concluyo un ejercicio que permite impulsar el respeto a los derechos de las personas en los espacios públicos.