Jóvenes militares y lealtad/Gerardo A. Herrera Pérez
La Secretaria de la Defensa Nacional no descansa, todos los días del año los militares en sus diferentes rangos en la toma de decisiones se encuentran pendientes de la protección y defensa de la Nación y del pueblo mexicano, es decir pendientes a la defensa de la soberanía del Estado mexicano y la paz en el territorio.
La incorporación de nuevos jóvenes para formarse en las disciplinas militares se ha mantenido a lo largo de la vida institucional de la Sedena; hoy los jóvenes no son los mismos de los años cincuenta después de la Segunda Guerra Mundial, aquellos que realizaron acciones importantes al servicio de la Nación y de su pueblo los contextos han cambiado, la vida en comunalidad es otra.
Los jóvenes de hoy, viven situaciones diferentes, el mercado y los medios de comunicación los han seducido, los han convertido en entes hedonistas, narcisistas, individuales, libres, en derechos individuales, en la búsqueda de éxito y lujo, todos estos elementos han hecho que muchos jóvenes tomen decisiones equivocadas y se vinculen en situaciones que tensan las relaciones familiares y relacionales.
Pero este fin de semana, a invitación de diversos jóvenes que se forman en el Ejercito Mexicano a participar de una demostración de trabajo táctico, equipo militar y liderazgo, al haber concluido su primer proceso de capacitación para su incorporación a la Sedena, pude constatar la importancia de los procesos de disciplina y reglas en el marco del respeto para ejercer acciones con honor, valor, disciplina, lealtad que son los valores fundamentales de las fuerzas armadas.
Sin lugar a dudas algunos de los jóvenes que concluyeron los procesos de formación y capacitación, vienen de situaciones complicadas en sus vidas, de haber caído en procesos de hedonismo y narcisismo, con valores individuales, y de procesos que tensaron las relaciones familiares, pese a ello, lo que observe en su Centro de Capacitación y Adiestramiento de la Sedena (ubicado a las afueras de Morelia, rumbo a la carretera Mil Cumbres), fue a un conjunto de jóvenes, hombres y mujeres con una gran disciplina, con reglas claras, con un proceso de aprendizaje de la normativa militar, con información y formación sobre el respeto a los derechos humanos y la dignidad humana.
Observe a jóvenes talentosos, generosos, en coordinación, en acompañamiento, en complementaridad, haciendo alteridad; no vi a hombres y mujeres, vi a personal militar formándose en la construcción de mecanismos para la defensa de la soberanía nacional y la paz en México. Haciendo un esfuerzo con sus cuerpos y con sus mentes para un solo objetivo México.
El acto de conclusión de formación y demostración de prácticas militares aprendidas convoco a familias de Querétaro, Michoacán y Guanajuato, convoco a madres y padres, hermanos, novias, novios y amistades y familiares de los recién graduados; nos cimbro a todos el acto cívico militar, el entonar el Himno Nacional acompañando al nuevo personal militar, de frente a las autoridades de la Sedena y nuestros símbolos patrios, nos movió el desempeño y la pasión con que se realizó cada una de los ejercicios que se presentaron, todos debidamente estudiados y escrupulosamente organizados. Fue una hora de mucha atención y aprendizaje también para las familias. Pero el ejército mexicano también promueve el amor a la patria; fue uno de los miembros de los recién dados de alta en las filas militares, Mario Acosta, quien declamo, en una inspiración, y con una gran sensibilidad que no fueron pocos a los que les arranco las lágrimas, también existe estos ejercicios estéticos que buscan el fortalecimiento y la identidad militar.
Muchos padres y madres de Michoacán, Querétaro y Guanajuato, se encuentran contentos “porque sus hijos hubieran optado por el camino del ejército mexicano, los vemos contentos, los vemos con disciplina, los vemos con cuerpos debidamente aptos para una tarea militar, los vemos alejados de las cuestiones negativas (hedonistas y narcisistas y de los valores individuales), hoy su vida transita sobre otro modelo de social”; en lo general así me expresaron muchos de los padres y madres a los que me permití preguntar me compartieran su experiencia de estar en ese momento en el Centro de Adiestramiento Militar “El Coyote”.
Como servidor público en diversas ocasiones, el personal a mi cargo (Gabriela García de León Monter, Julio Cesar Bermúdez) o bien quien escribe este texto, estuve dando capacitación a los elementos militares en el Centro de Adiestramiento Militar “El Coyote”, compartiendo mis saberes sobre los derechos humanos y las libertades, sobre la dignidad humana, sobre el respeto a la vida. Siempre mi agradecimiento a las autoridades de dicho Centro, de quienes siempre recibimos la atención de calidad y en respeto a nuestras personas y a la institución a la que representamos, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Michoacán.