Claroscuros/José Luis Ortega Vidal
CLAROSCUROS
¿Qué une al primero y al último?
- Ambos son extremos…
¿Y en política?
- A menudo, los dos son caóticos…
El tema de la industria petroquímica mexicana no se ha tocado durante los primeros meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a diferencia de temáticas petroleras como la refinación –construcción en Dos Bocas, Tabasco- el ataque al huachicol, el anuncio -18 de marzo- del respeto a contratos con particulares para extracción, etcétera…
El martes once de junio las empresas IENova y TransCanada anunciaron la conclusión del gasoducto marino Brownsville, Texas-Tuxpan, Veracruz.
Dicho conducto tiene una extensión de 772 kilómetros y permitirá transportar 2 mil 600 millones de pies cúbicos de gas natural diarios; luego de una inversión de 2 mil 500 millones de dólares.
Importado, el gas natural se enviará a Tula, Hidalgo y a Reynosa, Tamaulipas, lugares donde se requiere materia prima que no obstante existir en el subsuelo mexicano no se aprovecha por descuidos históricos que impidieron crear la infraestructura necesaria.
Hablar de Tuxpan es referirse a su vecino inmediato: Tamiahua, donde se extrae –en su laguna- uno de los más importantes niveles de pesca del estado de Veracruz y cuyos productores han recibido indemnizaciones tras demandar afectaciones por la construcción de la referida mega obra.
Tuxpan y Tamiahua marcan el inicio de la Huasteca, en el extremo norte de la extensa entidad veracruzana.
Al otro lado, en el extremo sur, se encuentra lo que fue la capital petroquímica de México: Coatzacoalcos.
Si Tuxpan y el proyecto de modernizar su puerto marcarán el ingreso de la materia prima esencial para la industria petroquímica y sus múltiples derivados, así como un potencial desarrollo económico apoyado por la autopista que conecta sus playas con la ciudad de México, Coatzacoalcos vive –en este momento- condiciones económicamente fantasmagóricas, dramáticas, cruelmente ligadas a la violencia y la falta de inversiones.
No hay gas natural suficiente para que los complejos Morelos y Cangrejera - propiedad de PEMEX- trabajen al cien por ciento.
Ambos cuentan, por otra parte, con tecnología añeja, están urgidos de modernizarse y desdeñados por las inversiones urgentes.
El gas natural que llega a Coatzacoalcos se envía –por un contrato que establece tal compromiso hasta por veinte años- al complejo petroquímico privado Braskem-Idesa, construido entre los años 2010-2016 por la corrupta empresa brasileña Odebrecht.
Pajaritos, complejo creado a fines de la década de los sesenta del siglo pasado, marcó la punta de lanza de PEMEX-Petroquímica y el boom económico del sur de Veracruz durante los últimos treinta años del siglo XX.
La muerte de Pajaritos estuvo signada por su privatización –PEMEX vendió la mayor parte de sus acciones- lo que devino abandono tras una trágica explosión.
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“El contrato fue formalizado el 10 de septiembre de 2013 con la inversión en Petroquímica Mexicana de Vinilo, S. A. de C. V. (PMV), empresa privada constituida bajo las leyes mexicanas y sujeta a la legislación común. Su capital está representado por la participación de “Mexichem, S. A. B. de C. V.” (en adelante “Mexichem”), en un 55.91% y “PPQ Cadena Productiva, S. L.” (PPQ-CP) en un 44.09%”… (1)
“Este contrato, que derivó en la alianza con Mexichem, a través de la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo S.A. de C.V., fue celebrado con el propósito de cumplir los siguientes objetivos:
a. Alentar el desarrollo de la industria petroquímica nacional, a través de la integración de la cadena productiva Sal-Cloro/Sosa-Etileno-Monómero de Cloruro de Vinilo.
b. Realizar inversiones en equipo y tecnología para alcanzar la producción sostenible de monómero de cloruro de vinilo y mejorar el desempeño de las operaciones de acuerdo a los requerimientos.
c. Implementar acciones que permitieran negocios rentables de manera sustentable, bajo un entorno de mercados abiertos a la libre competencia.
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El 20 de abril del 2016 explotó la planta Clorados 3 de Pajaritos donde operaba Petroquímica Mexicana de Vinilo, con el saldo de 32 personas muertas.
El 6 de abril del 2018 Mexichem acordó con PEMEX la compra de sus acciones en Petroquímica Mexicana de Vinilo y cerraron la transacción en 178 .7 millones de dólares.
Previamente, Mexichem recibió el pago de su seguro tras la explosión de su empresa dos años antes.
Según reporte de la revista FORBES: “En mayo de 2018, PMV recibió por parte de la compañía aseguradora la cantidad de 268 millones relacionados con los 323 millones de dólares tras el acuerdo alcanzado con su aseguradora a mediados de abril.” (2)
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Luego de comprar las acciones de PEMEX en Petroquímica Mexicana de Vinilo, Mexichem devolvió a la empresa productiva del estado el terreno y las instalaciones de las ruinas de Pajaritos.
La escasez de gas natural –materia prima- y el requerimiento de reconstrucción de las instalaciones medulares de lo que fue el complejo Pajaritos, condujeron a Mexichem a invertir en Estados Unidos, donde ya mantenía empresas de su ramo desde años atrás.
De suyo, Mexichem es considerado un gigante mundial en el ramo petroquímico.
La explosión de Clorados 3 el 20 de abril del 2016 en Pajaritos dejó pérdidas por 244 millones de dólares a la sociedad Mexichem-PEMEX.
En diciembre del 2017 Mexichem anunció su decisión de no continuar trabajando con Petroquímica Mexicana de Vinilo, lo que en pocas palabras significó su retiro de suelo veracruzano.
Pajaritos quedó destruido y abandonado; lo que se tradujo en la práctica en la pérdida de miles de empleos en la región, debilitada en su estructura macroeconómica desde entonces…
A la fecha, indicaron fuentes extraoficiales, en lo que fue Petroquímica Mexicana de Vinilo, operada dentro de Pajaritos, sólo se estaría produciendo cloro.
El Complejo recibe a unos cientos de trabajadores adscritos a la sección 11 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana con sede en Nanchital, –se habla de cien a setecientos cincuenta- que mayormente van a firmar entradas y salidas para cobrar su sueldo pero no tienen nada qué hacer durante la jornada laboral.
De unos 2 mil trabajadores petroleros que llegaron a operar en Pajaritos, la mayor parte fue reubicado en los complejos Morelos, Cangrejera o en otros estados. Algunos se han jubilado.
Dichas decisiones, tales circunstancias, han contribuido a que Coatzacoalcos luzca como un pueblo fantasma.
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Este martes dialogaron los líderes de las empresas IENova y TransCanada con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Antes de entrar a una batalla legal por detalles del contrato firmado entre autoridades federales previas, ambas partes se sentarán a dialogar y buscarán un justo acuerdo para la puesta de marcha del gasoducto Texas-Tuxpan.
Para Coatzacoalcos y el sur de Veracruz vienen inversiones en el muelle Pajaritos, que forma parte del añejo y detenido Complejo; también el corredor interoceánico junto con el puerto de Salina Cruz, Oaxaca.
Añadamos la refinería de Dos Bocas, en Tabasco y el Tren Maya, en la península.
- ¿Y la petroquímica apá?
- Hijo, algún día todo este fracaso será tuyo…
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Una buena noticia para México y Veracruz: ayer arrancó operaciones la primera etapa del nuevo puerto en la ciudad de Veracruz.
A la bahía norte arribó el buque montacargas 'White Shark".
Con su modernización el puerto de Veracruz tendrá capacidad para movilizar hasta 66 millones de toneladas de carga. Al terminar su segunda fase serán más de 95 millones de toneladas.