Itinerario político/Ricardo Alemán
ITINERARIO POLÍTICO
¡TRUMP ARRODILLA AL PRESIDENTE OBRADOR!
¿Cómo debemos entender la negociación y los acuerdos, entre México y Estados Unidos, para evitar que el vecino del norte impusiera una cuota arancelaria a las mercancías mexicanas que cruzan la frontera norte?
¿Resultó una negociación exitosa para México? ¿Se garantizó el respeto a la soberanía nacional? ¿O será que, al final, el presidente Trump arrodilló al presiente mexicano?
Una primera aproximación a lo que dicen los documentos públicos y al escenario en el que se llevaron a cabo los acuerdos –con la pistola de los aranceles en la cabeza de México--, supone que más que una negociación, la de México con Estados Unidos, fue una rendición.
¿Por qué?
Porque con la amenaza de los aranceles, el presidente Obrador y el canciller Ebrard dejaron abierta la puerta para que el gobierno de Trump pueda violentar la Soberanía Nacional; joya de la corona que históricamente defendido la izquierda mexicana que, casualmente, hoy guarda silencio.
En pocas palabras, el presidente mexicano nos llevó al peor de los mundos y, en el extremo, coquetea con incurrir en la figura de “Traición a la Patria”.
Pero la peor noticia es que el candidato presidencial que recorría plazas y pueblos vociferando “que pondría a Trump en su lugar”, hoy es el presidente que abre la puerta para que el tirano del norte meta la mano en nuestro país.
En realidad vivimos uno de los peores momentos de la relación entre México y Estados Unidos; una relación de subordinación, en donde México pasó del “patio trasero” a “la cárcel trasera” del imperio del norte, además de que se confirman los peores augurios advertidos por la izquierda mexicana; una insultante y nada democrática militarización del país y de sus fronteras..
Sin embargo, mientras que México y los mexicanos viviremos los peores momentos de nuestra historia --en la relación con los vecinos del norte--, es posible que el presidente mexicano, López Obrador, esté disfrutando de los mejores momentos de su joven presidencia.
¿Por qué?
Porque como hemos dicho aquí repetidamente, el presidente mexicano colabora abiertamente a favor de la narrativa de sometimiento de México que requería, de manera urgente, el arranque de la campaña de Trump, para su reelección como presidente de Estados Unidos.
Es decir, Trump iniciará en breve su periplo reeleccionista exhibiendo como trofeo de guerra a un México sometido.
Y el problema, para los mexicanos claro, es que a partir de hoy seremos una nación con la soberanía cuestionada. ¿Por qué?
1.- Como saben, la Soberanía es el derecho de un Estado Nación para ejercer sus poderes. Todo Estado tiene un territorio que es el ámbito de su Soberanía.
2.- El Estado Federal es el soberano en su territorio. A eso se le conoce como “Soberanía Nacional” y está por encima de todos los poderes en el interior del país; por encima incluso de la autonomía de los estados.
3.- La Soberanía Externa significa la no intervención de gobiernos extranjeros en el exclusivo derecho del ejercicio del poder de un Estado en su territorio.
4.- Por tanto, cuando el gobierno de López Obrador acepta utilizar a la Guardia Nacional para detener a los migrantes que tienen como destino cruzar la frontera con Estados Unidos, el gobierno mexicano está aceptando que la Guardia Nacional realice funciones de policía fronteriza –una extensión de la Border Patrol, pero en el Suchiate--, al servicio del interés de Estado Unidos.
5.- También se limita la Soberanía Nacional en el tema de los migrantes expulsados. Es decir, el acuerdo incluye que los migrantes deberán permanecer en México el tiempo que determine Estados Unidos. Vale recordar que los migrantes son extranjeros que ingresaron de manera ilegal a México y, por tanto, deben ser expulsados conforme a las leyes mexicanas, no según el interés del gobierno de Trump, como lo acordaron los negociadores de los dos países.
Como queda claro, el acuerdo logrado por el gobierno de Obrador es en realidad el acuerdo de sometimiento y violación a la Soberanía Nacional.
Y en lugar de festejar, un Estado democrático debía iniciar un proceso de presunta “Traición a la Patria” contra el gobierno de López Obrador.
Al tiempo.