Problemas en comunidades parten del abandono del Estado e Iglesia
MORELIA, Mich., 3 de junio de 2019.- Las luchas autonómicas son válidas porque buscan una relación horizontal con la sociedad dominante, afirmó el sacerdote de Nahuatzen Francisco Martínez Gracián, poco antes de recibir la presea Melchor Ocampo que otorga el Congreso del Estado.
En entrevista realizada a su llegada a la sede del Poder Legislativo dijo que todos los problemas de las comunidades indígenas parten del abandono del Estado e incluso de la Iglesia Católica que también ha olvidado el servicio.
La génesis de todos los problemas que sufre el pueblo purépecha deviene de una muy mala atención de parte del gobierno que se ha dedicado a apagar fuegos, pero no prevé, no tiene presencia y en el caso de Nahuatzen es peor porque el Estado ha aceptado que haya dos policías, dos autoridades y es imposible que no haya conflictos.
El origen de los problemas es una actuación deficiente de parte del gobierno hacia las comunidades indígenas y no es que se este pidiendo asistencialismo porque son comunidades muy dignas sino simplemente una relación horizontal porque no puede haber ciudadanos de primera y de segunda.
En cuanto al papel de la Iglesia Católica en las comunidades indígenas dijo que él entendía por Iglesia una comunidad, pero reconoció que también se puede entender como una jerarquía en lugar de servicio y es entonces cuando surgen muchos prietitos en el arroz, aunque el compromiso de todo ciudadano y más si es cristiano, es la solidaridad.
Martínez Gracián rechazó que las luchas autonómicas sean una vuelta al pasado y consideró que los usos y costumbres son un referente en una situación de interculturalidad y en una relación horizontal con la sociedad dominante.
Tampoco consideró que sea a futuro esa lucha y se refirió a Cherán como un paradigma, donde hay autogobierno y de manera muy digna y se nota no solo el progreso sino el desarrollo y la Suprema Corte de Justicia ya sancionó esa manera de gobernarse.
Con 45 años como párroco en la Meseta Purépecha, 20 de ellos en Nahuatzen, el sacerdote dijo ser admirador de Melchor Ocampo por ser apóstol del laicismo por haber sido impulsor de las Leyes de Reforma, un gran científico y lingüista.
“Creo que luchó por México como estamos luchando todos, yo no soy digno de recibir la presea, pero me animé porque es a nombre del pueblo purépecha y respeto todo tipo de opiniones”, indicó en referencia a quienes criticaron que se le otorgara la presea por el hecho de que Melchor Ocampo era anticlerical.