En un mes, 10 llamaron a Arquidiócesis pidiendo ayuda para no suicidarse
MORELIA, Mich., 12 de mayo de 2019.- A casi un mes de que la Iglesia Católica puso en operación la Línea de la Vida, 10 personas han llamado solicitando ayuda para evitar el suicidio, informó el sacerdote Julio César Fajardo la de Pastoral de Salud de la Arquidiócesis de Morelia.
De estas personas ocho han sido hombres, cuya edad oscila entre los 17 y los 28 años de edad, cuyo factor común es la depresión y el estrés familiar de acuerdo a lo que expresado vía telefónica y, posteriormente, en entrevistas con ellos o sus familiares.
Las causas de esa depresión son en su mayoría, un 70 por ciento problemas familiares y un 30 por ciento dificultades en las relaciones interpersonales y, curiosamente, a pesar de estar en edad productiva no refieren problemas de empleo o económicos.
“La Línea de la Vida tiene sus limitaciones, la primera parte es escucharlos, después los citamos, porque por teléfono se pueden resolver algunas cosas, pero es insuficiente; cuando ellos tienen disposición, primero por teléfono se permite que hablen, que den sus razone, se les orienta psicológica y espiritualmente, inclusive se les pide que nos comuniquen con algún familiar y han acudido dos familias. Cuando vemos que el asunto es muy grave los canalizamos a los centros de escucha o personalmente con el equipo de apoyo”.
En la rueda de prensa que cada domingo ofrece la arquidiócesis de Morelia, el arzobispo Carlos Garfias señaló que en la relación familiar los jóvenes experimentan vacío y siempre será un reto una buena relación entre padres e hijos.
“Desde la Pastoral Juvenil estamos buscando crear un centro de jóvenes donde se les pueda dar acompañamiento antes de llegar a situaciones extremas de que haya candidatos al suicidio, es parte de lo que es preventivo”.
La línea de la Vida entro en operación el pasado 14 de abril con un equipo de psiquiatras, psicólogos y sacerdotes quienes, a través del número telefónico 4436190855, están dando orientación las 24 horas a las personas que necesiten ser escuchadas.