Impulsarán tradición alfarera de Acuitzio
MORELIA, Mich., 28 de abril de 2019.- A través de charlas con maestros artesanos y de trabajos de investigación, se ha descubierto que Acuitzio posee una tradición fuerte en alfarería de barro, sin embargo perdió fuerza por distintos factores; ahora buscan reposicionar esta actividad, manifestó a Quadratín, Yunuen Flordalia Barajas, directora de Cultura del municipio de ese municipio.
Hasta los años cuarenta y desde antes, la alfarería de Acuitzio era llevada o intercambiada hacia la Tierra Caliente, a donde viajaban las personas con ganado, con otro tipo de productos que se intercambiaban, y el barro se vendía allá, explicó. Una gran producción de barro era consumida en el propio municipio de Acuitzio, la arquitectura original tiene teja, incluida la iglesia principal en la cabecera, "era un consumo local, las familias se sustentaban con la producción y venta que se daba ahí mismo".
La directora dijo que al paso del tiempo que se fue perdiendo esta actividad, observaron que los alfareros ya no tenían el mismo trabajo y además tenían características en sus piezas que no había en otro tipo de producción alfarera en Michoacán, y además utilizaban el barro como un elemento utilitario más que de ornamentación.
"Así es como nosotros queremos presentar la alfarería en Acuitzio, un poco para que las familias puedan darse cuenta que es una actividad económica que les puede seguir dando beneficios, y también que esta tradición no se pierda", señaló la funcionaria durante la entrevista.
Explicó que en Acuitzio elaboran barro en molde, la mitad es en moldes y la otra mitad se va tornando con las manos, no se utiliza un torno, "la greta también tiene una preparación especial, y eso queremos darlo a conocer para que de alguna manera, retome fuerza esta actividad alfarera que se ha ido perdiendo desde que entró al plástico y entra al peltre".
Con el tiempo, las cocinas de las mujeres de Acuitzio dejaron de tener barro para solamente utilizar materiales en plástico y peltre, lo mismo en las macetas, que antes eran realizadas por los alfareros, y cuando llegan las macetas de plástico y otros materiales más económicos, es cuando empieza a perderse esta actividad, aseveró la funcionaria municipal.
Según los datos de una investigación que realizó la directora, antes había alrededor de 23 familias produciendo trabajo alfarero de generación en generación, y actualmente lo hacen cuatro familias, y en cada una hay de 15 a 20 miembros para poder llevar a cabo el trabajo, además de los trabajadores contratados.