Diálogos de vida/Santiago Heyser
“El amor”
Cada domingo en el espacio de: DIÁLOGOS DE VIDA, sin tintes religiosos y bajo la batuta de Santiago Heyser, Coach de Vida certificado por la Federación Mexicana de Life Coaching, atenderemos temas sobre la vida, sus problemas y una propuesta de solución.
Si quieres que se atienda un tema o una situación en particular, escribe al correo: [email protected] (sin acento) Todos los correos serán contestados y las situaciones que destaquen serán publicadas en el espacio dominical de Quadratín.
Todos los correos son confidenciales y por favor, no firmes con tu nombre, usa un seudónimo para que te identifiques con la respuesta. Seudónimos válidos son nombres de flor, de estrellas, planetas, animalitos, sentimientos o cualquiera no ofensivo que te haga sentir bien; ej. Creo estar enamorada… (firma: Mal correspondida)
Este domingo hablaremos de: “El amor”; el próximo domingo continuaremos con el tema: El amor.
En tanto ¡Se feliz!...
Atentamente
Quadratín
“El amor”
Uruapan, Michoacán, 27 de abril del 2019
El amor, esa cosa que ofertan las novelas y libros cursis cuyo efecto no es solo el hacernos felices, sino que es una pócima que hace milagros y todo lo puede, en mi opinión no existe.
El mejor libro sobre el amor, que he leído se llama: “Reflexiones sobre el amor”, tomo su descripción de la página, www.elaleph.com: “El amor se aprende y debe ser ejercitado, dice Leo Buscaglia, autor de varios libros sobre el tema que no han sido leídos sino devorados por los lectores en todos los idiomas. Buscaglia ha insistido siempre que el amor es una verdadera elección vital, cuya otra alternativa es la frustración, la soledad y el temor…” En este libro Buscaglia nos presenta diferentes conceptos, expresiones e historias sobre el amor e invita al lector a hacer una búsqueda permanente del amor como esencia de una vida plena, considerando que una vida sin amor, es una vida vacía; pero Leo no define que es el amor, para ello recurro al diccionario: “Amor: 1.- Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. 2.- Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. 3.- Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. 4.- Tendencia a la unión sexual.”… ¡Bien!, podemos concluir entonces que el amor es un sentimiento o en el plano instintivo, la inclinación a compartir intimidad.” ¿Pero que es un sentimiento?, cito del diccionario: “Sentimiento: Estado afectivo del ánimo.”… Todo esto da un sentido a las palabras y su significado, pero para mí no da respuesta a la pregunta: ¿Qué es el amor?
Entiendo que buscar un estado afectivo de ánimo que nos haga sentir bien es una búsqueda aspiracional; porque no hay duda, todos quisiéramos estar a todo dar y si el “sentimiento” del amor nos da esa sensación de bienestar, pues busquemos el amor o el estar enamorados, que es la propuesta de Buscaglia; el problema es que un “sentimiento” es algo concreto, pero efímero, depende de muchos factores, no es un producto terminado que se adquiere y se conserva; por ello afirmo: el amor no es algo que se posee o se tiene, no es una cosa; en mi opinión el amor es un proceso en el que continuamente debemos “trabajar” para construir ese sentimiento y ese sentir a través del contacto o relación con la persona amada o con el objeto de nuestros deseos. Hay gente que quiere a sus mascotas o expresa un “sentimiento” de bienestar respecto a alguna cosa o a algún recuerdo, incluso hay quienes, en un extremo, se sienten extasiados en su relación con una deidad inexistente, lo que bien podría catalogarse como amor, pero no es amor porque, como expresé, el amor no existe como tal; es solo un sentimiento de bienestar que durará en tanto mantengamos el interés por la persona o el objeto, mismo que se puede alimentar y reforzar conscientemente construyendo un lazo emocional que gratifica ¡Sí!, pero que como consecuencia también puede traer desengaños o sinsabores, de ahí que no sea poco común la expresión: ¡El amor duele!.
En la primera definición de amor, el diccionario hace referencia a la “insuficiencia individual” y a la “necesidad” para estar bien; esos dos conceptos: insuficiencia y necesidad de entrada dan al traste con el amor todopoderoso o idílico y nos bajan a la realidad de su inexistencia en el sentido poético o novelesco del concepto. En la segunda, la descripción habla de “complementariedad”, es decir, la necesidad de otro ser para estar completos o para alcanzar nuestra propia plenitud; lo que en mi opinión no es cierto y viene a sustentar mis conclusiones, ya que estoy convencido de que cada persona en lo individual somos seres completos. La complementariedad es una falacia que se sustenta en nuestras características de “Ser sociable” y en nuestras diferencias sexuales y biológicas de género para poder engendrar, pero ello no nos obliga a necesitar a otra persona para ser felices, en adición, el argumento de necesidad por ser incompletos anula nuestra concepción “occidental” del amor, ya que nos hace dependientes. En mi opinión, una de las condiciones para que el amor o el sentimiento de bienestar florezca, es que este se dé en libertad; por ello concluyo que el amor no existe como tal, sino que en el proceso de relacionarnos con otra persona, hablando del amor humano y la necesidad instintiva de placer sexual y de ternura, generamos una sensación de bienestar en donde se involucra la química de nuestro cuerpo (endorfinas), lo que nos trae una sensación de bienestar que describimos como felicidad, misma que tenemos que alimentar y mantener para que trascienda al momento, es decir, que el sentimiento de bienestar perdure con el tiempo. Es en ese sentido que reafirmo mi aseveración de que el amor es un proceso que tenemos que construir diariamente para mantener ese estado de felicidad que catalogamos, valga la redundancia, como amor. Lo segundo es que el amor dependiente, el amor que parte de la necesidad para complementarnos, el amor posesivo: ¡Por definición no es amor!, el amor debe ser libre o no es amor, porque el estadío natural del ser humano es la libertad, al grado de que la gente arriesga la vida para ser libre; de ahí que mi conclusión es que debemos aspirar a ser felices ¡Sí!, pero esta felicidad la podemos alcanzar lo mismo en pareja, que en grupo o en soledad, dependiendo de las circunstancias y de las acciones y decisiones que tomemos en función de nuestras características, de nuestra necesidades, de nuestra unicidad y del momento, de manera tal que mi propuesta no es buscar y encontrar el amor, sino la de encontrar la felicidad y para ello empecemos por conocernos y querernos a nosotros mismos ¿Y el amor?,… el amor, que no existe, vendrá por añadidura… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser
Coach de Vida