Continuidad de la ZEE, no es capricho: Javier Paredes
MORELIA, Mich., 16 de abril de 2019.- El coordinador de la Representación Parlamentaria en la 74 Legislatura, Javier Paredes Andrade insistió en que no se debe de cancelar el proyecto de la Zona Económica Especial (ZEE) de Lázaro Cárdenas – La Unión, por la grave afectación financiera que provocará y recalcó que no es un capricho de ningún sector en la entidad y por el contrario es la necesidad imperante del Estado por progresar.
De acuerdo con un comunicado, el también presidente de la Comisión Especial para el Desarrollo de la ZEE, alertó que se encuentran en riesgo inversiones superiores a los 3 mil millones de dólares por parte de la empresa Arcelor Mittal.
Por lo anterior, el también diputado único por Movimiento Ciudadano, señaló la necesidad, de que todos los sectores, cierren filas en torno a la ZEE, para impedir la caída del desarrollo económico y social de la entidad.
Paredes Andrade, afirmó que dicho proyecto, logrará detonar a corto y mediano plazo la economía en diversos rubros, tales como la manufactura, infraestructura, industria, comercio, turismo, entre otros y logrará “consolidar a Michoacán como un polo de desarrollo logístico, tanto a nivel nacional como internacional”.
“Es necesario que los diversos sectores políticos, públicos sin distingos partidistas, cerremos filas, para que el Gobierno de México, voltee a realizar un análisis exhaustivo de las bondades que tiene la ZEE Lázaro Cárdenas – La Unión, que representa la prosperidad económica, no solo para Michoacán, sino para siete entidades de la república, al potencializar la mercancía de productos de exportación e importación”, recalcó.
Paredes Andrade, prometió que no cesará en la lucha para solicitar a la Federación, que lejos de considerar su cancelación, se busquen mecanismos y alternativas para no solo dar continuidad, sino catapultar la ZEE, como una política de desarrollo para toda la nación.
Recalcó que no es capricho de la cúpula empresarial michoacana el mantener el proyecto económico, pero sí una necesidad imperante salir de la crisis financiera que enfrenta el Estado.