Placas de taxis, botín de políticos/Víctor Sánchez Baños
La gran diferencia entre un gato y un mentiroso, es que el gato tiene, apenas tiene nueve vidas.
Mark Twain, 1835-1910; escritor estadounidense.
La llegada de las aplicaciones de Uber, Cabify, Didi y otras para proporcionar servicio de taxis mediante un control de calidad superior a los servicios de taxi concesionados, de inmediato se encendieron las luces de alarma de los políticos. Un negocio casi ancestral estaba a punto de llegar a un cementerio.
Las placas de taxis desde hace décadas en un gran negocio de los gobiernos estatales y, muy especialmente en la Ciudad de México y las concesiones federales en los aeropuertos.
Mafias de líderes taxistas y gobernadores, trafican con las placas de taxis mismas que las venden entre 200 mil y un millón de pesos, en el mercado. Había políticos en el sureste que regalaban placas a sus madres para que ellas se mantuvieran de ahí. Claro, la reventa representaba una entrada millonaria de dinero.
Ese negocio es tan grande que los políticos las venden y se quedan con muchos vehículos. Aunado a las concesiones camioneras, hay empresas que son propiedad de exgobernadores y obtienen utilidades de más de ¡50 millones de pesos diarios!
El estado de los vehículos que están concesionados, es deplorable. No renuevan su parque vehicular ya que saben que nadie se mete con ellos. Hay vehículos, por ejemplo, en el Estado de México, que datan de principios de los ochentas. En las vías que conectan la CDMX y el Edomex, hay camiones y taxis de 1990.
Con la llegada de las aplicaciones de servicio de pasajeros, de inmediato se preocuparon ya que los vehículos deberían ser de modelo reciente y tienen que cambiarse después de 5 años de uso. Esto no ocurre en los taxis concesionados. Los taxis concesionados no tienen esa obligación y son peligrosas carcachas
Es importante que se esos servicios, de aplicaciones celulares, sea regulado y es la mejor oportunidad para mejorar el servicio en beneficio del consumidor:
Vehículos en condiciones mecánicas óptimas y de modelos recientes; interiores cómodos y limpios; conductores con mejor nivel (bien vestidos, limpios, honrados y amables); seguros de gastos médicos y de vida para el conducto y los ocupantes del taxi; servicio de reclamación inmediata por abusos cometidos en el vehículo; localización vía satélite y con aplicaciones para seguridad de los viajeros y del mismo conductor. Bases de datos de clientes y conductores.
No es mucho pedir. No se trata que los políticos metan la mano en esos servicios para obtener dinero. Que esas empresas paguen impuestos y, al mismo tiempo, se responsabilicen de los servicios que ofrecen. Que no paguen “revistas” que demostraron su corrupción a través de los años.
Que se aplique a todos los taxis. Con placas y sin ellas. La tecnología nos ofrece herramientas para mejorar la vida de los mexicanos. Que los políticos no sean el obstáculo por su voracidad para obtener dinero ilegítimo; corrupto, pues. Y, que decir de las placas de taxis federales en aeropuertos. Otra mafia.
PODEROSOS CABALLEROS: Aunque pretenden minimizar el crecimiento del crimen en la ciudad de México este está desbordado. Entre el discurso de la gobernadora Claudia Sheinbaum, y los resultados, estos son realmente decepcionantes. Secuestros, asaltos en micros, asesinatos, narcotráfico, son parte del paisaje en la capital del país y el gobierno, en la demagogia. * En el sector farmacéutico nacional llama enormemente la atención la incorporación de PISA, Eseotres Pharma y la de Quimopharma, a la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (AMELAF). Con ellos, son ya 35 laboratorios mexicanos, sin participación de capital extranjero, que la convierten en la organización más representativa del sector. Esto le permite fortalecer su relación y comunicación con las instituciones del sector salud, como resultado del trabajo que viene realizando Juan de Villafranca, quien la fortaleció al construir un puente de buena relación con las nuevas autoridades del sector salud. * El grupo inmobiliario KIVA arrancó este año con la construcción de su sexto centro comercial ubicado en El Refugio, Querétaro, para el cual invirtió alrededor de 500 millones de pesos. Se trata de un proyecto de casi cuatro hectáreas de extensión.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: Grupo Santander participó en forma contundente en la Hora del Planeta, una iniciativa promovida por WWF, en un gesto simbólico, que pretende pedir la acción de toda la sociedad para luchar contra el cambio climático. El sábado pasado apagó las luces de sus sedes principales en todos los países donde opera. En total, fueron más de 60 edificios repartidos por España, Brasil, Reino Unido, México, Estados Unidos, Argentina, Portugal, Alemania, Polonia y Chile. En el caso de México, se apagaron las luces de 16 edificios.
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