Agenda educativa: foro y controversia/Horacio Erik Avilés Martínez
La semana que recién concluyó se dieron pasos muy importantes en torno a definir el futuro de la educación nacional. Siguió avanzando el proceso de construcción de una reforma constitucional al marco normativo de la educación, en donde finalmente se aprobó un dictamen modificatorio en el Congreso Federal, el cual luce mucho más robusto e integral respecto al proyecto enviado por AMLO el 12 de diciembre pasado. El proceso participativo de consulta, diálogo y debate ha permitido llegar a este momento y esperemos que logre tener buen tránsito en pro del derecho a aprender de los mexicanos.
Michoacán, por contar con condiciones estructurales muy complicadas en su
sistema educativo, no ha permanecido de brazos cruzados en este proceso
transformacional de la educación nacional, en aras de reivindicar el derecho a
aprender de sus niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Al respecto, para fijar
condiciones de mejorar la situación prevaleciente, el Gobierno del Estado ha
emprendido dos acciones que pueden gravitar en el resultado final: la
organización de un foro con visibilidad nacional y la promoción de una
controversia constitucional.
Primeramente, ante la posibilidad de que el tema de las finanzas educativas
estatales quedase fuera de la discusión, el Gobierno del Estado de Michoacán,
conjuntamente con los de Guerrero, Zacatecas y Oaxaca organizaron el foro
denominado “La Educación Pública en México” donde con la participación de
actores legislativos, académicos y funcionarios se analizó la situación
precaria y desigual de diversas entidades federativas, en torno a una dotación
inequitativa de recursos para sostener los sistemas educativos estatales, lo
cual ha generado enormes desequilibrios, protestas consuetudinarias e
injusticias profundas en torno a garantizar el derecho a aprender de millones
de mexicanos.
El esfuerzo resultó muy encomiable en virtud de lo expuesto, ya que las
reflexiones fueron profundas y con verdaderas intenciones de transformar la
realidad de las finanzas educativas estatales. Sin embargo, queda la duda en
cuanto al momento político en el que se realizó esta puesta en la agenda
pública nacional del tema, ya que prácticamente se encontraba consumada la
conformación del dictamen para el nuevo marco normativo para la educación
nacional, siendo a su vez enmarcado en la serie de estridentes protestas
realizadas por diversas secciones de la CNTE en la Ciudad de México, quienes no
cejan en su intentona de hacerse con el control del ingreso, promoción y
permanencia en el servicio profesional docente.
Por otra parte, la acción jurídica que emprende el Gobierno del Estado de
Michoacán responde primeramente a la detección de un problema que era un
secreto a voces en la entidad federativa desde 1992, fecha en que se firmó el
Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB) en
condiciones plenamente desventajosas para Michoacán, lo que acabó detonando que
se abriese una válvula de escape con las minutas de acuerdos entre el
magisterio y el Gobierno del Estado, hecho que fue generando un déficit
acumulativo que al día de hoy resulta insalvable.
Recordemos que, una vez detectado el problema y puesto en la agenda pública,
hecho que se ha dado de manera sostenida desde la rueda de prensa de carácter
nacional convocada por el Ing. Silvano Aureoles Conejo, Gobernador del Estado
el pasado 26 de noviembre de 2018, el paso siguiente en la construcción de una
política pública es precisamente el establecimiento de una mesa amplia donde
los actores involucrados se sientan a dialogar y a delinear la solución, lo
cual ha ocurrido parcialmente y no ha fluido como se esperaría.
Por ello, esta aceptación de la SCJN de la controversia promovida por el
gobierno estatal insufla de elementos a la mesa de diseño de política pública,
que ni ha terminado de convocar a todos los actores clave ni tampoco ha logrado
prototipar una solución integral, por lo que una eventual resolución de la
Corte pudiera dirimir cualquier contrapunto y llegase a servir para subordinar
las posturas políticas al interés superior de niñas, niños, adolescentes y
jóvenes de recibir una educación conforme lo estipula la Carta Magna.
Hemos señalado la enorme importancia de que este proceso de controversia
constitucional no se politice y que exijamos desde la ciudadanía que se
construya una solución integral para las finanzas educativas michoacanas, con
responsabilidad y vocación de servir a México.
En suma, ambas acciones emprendidas por el Gobierno del Estado colocan la
situación en la que se encuentra la educación michoacana ante los reflectores
nacionales, suben una vez más sus falencias y dolencias a la agenda pública y
posibilitan que se les pueda dar seguimiento mediante políticas públicas.
Esperemos que estas acciones lleguen a buen puerto e impacten en el desarrollo
educativo de nuestra entidad federativa.