Teléfono rojo/José Ureña
- Los presidente mexicanos y la eterna tentación de la reelección
- Cómo Cárdenas contuvo a Alemán y Morales Lechuga a Salinas
- Hoy toca a la oposición del Senado acallar rumores y amenazas
Con frecuencia, por no decir constancia, los presidentes mexicanos piensan en la reelección.
En el breve espacio de este espacio describiremos hechos reales:
Hacia mitad de su mandato, Miguel Alemán cayó en ella y empezó a operar, dada su popularidad y el control del partido absoluto, para crear el ambiente social.
Avanzaba y encontraba lisonja y lagoteros por doquier: en el sector popular, en el campesino, en el obrero, en las incipientes cúpulas empresariales…
Pero se enfrentaba a un hombre de estatura dominante en la historia postrevolucionaria de México, el general Lázaro Cárdenas del Río.
Una leyenda insalvable.
Decidió mandar a un propio.
Cárdenas del Río recibió al enviado en compañía de algunos militares e hizo pasar a uno de ellos al encuentro donde le fue entregado el mensaje:
-El pueblo me pide que siga a su servicio -decía, en palabras simples y sentido exacto, según narran todavía políticos confidentes de los testigos de la ocasión.
-Dígale al señor presidente Miguel Alemán que pensaré mi respuesta -contestó con palabras poco esperanzadoras el dimisionario michoacano.
-Mi general: el señor presidente Alemán quiere la respuesta hoy mismo.
-Entonces tendrá qué consultarlo con los representantes del Ejército…
Lo interrumpió el general presente:
-Nosotros pensamos igual que mi general Cárdenas.
Y se acabó el diálogo.
SALINAS Y LA POLARIZACIÓN
También a mitad de su sexenio, Carlos Salinas pensó en la reelección.
Mandó renunciar a la gubernatura de San Luis Potosí a su primer jefe político, Gonzalo Martínez Corbalá, en aras de postularlo por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
-Sí, yo era un globo de sonda, pero no prosperó -me dijo después un Corbalá apesadumbrado mientras suspiraba por su embajada en Chile.
Salinas provocó en ausencia una reunión a la cual asistió el entonces procurador Ignacio Morales Lechuga.
En su turno, el veracruzano dio su opinión:
-Mi obligación como procurador es cuidar la vigencia de la ley y la Constitución…
-Antes se reformaría -lo cuestionó el emisario.
-En ese caso, veremos cómo está el ambiente político porque cuando él llegó encontró a un país crispado. El ha hecho mucho esfuerzo por conciliar y no creo que quiera volver a dividir al país.
Morales Lechuga se refería, claro, a que muchos mexicanos estarían a favor, pero más en contra.
Hoy el tema está en el Senado, donde una pingüe oposición puede vestirse con la bandera del Sufragio efectivo, no reelección.
En tanto, dijo ayer, Andrés Manuel López Obrador ya firmó su compromiso de no reelegirse pero guardó el documento para darlo a conocer después…
Es decir, contaríamos con su firma y su palabra.
INSEGURIDAD: EL BAJÍO Y QR
1.- Si usted advierte incremento en los índices de violencia, registre este dato: no ha cambiado la estrategia.
En el pasado militares, policías y marinos se movían según el repunte criminal y como hacen falta en El Bajío, donde dominan El Marro y el cartel de Santa Rosa de Lima, pues se descuidan otros lugares.
Si hay dudas, puede consultarse cómo está desprotegido Quintana Roo, estado de Carlos Joaquín.
Y 2.- no nada más la Fundación Fernando Mora Gómez.
Todo el gremio periodístico está de luto y sus integrantes reclamos esclarecer el crimen de nuestro colega sonorense Santiago Barroso.