Diario legislativo/Pedro Jiménez Rodríguez
*A salto de mata el líder del PRI-CDMX
La crisis que vive el PRI, luego de la estrepitosa derrota electoral del 1 de julio del año pasado, no les preocupa en lo más mínimo a los que han quedado al frente, empezando por la presidenta nacional, Claudia Ruiz Massieu.
Tal vez la sobrina no deseada del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, tiene razón al mostrar ese desinterés por el futuro del otrora partidote, pues sólo estará en la presidencia menos de un par de meses y como sea tiene asegurada una chamba como senadora hasta el 2014.
En la misma situación se pueden contar los dos últimos ex dirigentes nacionales priistas, Enrique Ochoa Reza y René Juárez Cisneros, quienes, como sea, tienen amarrado un buen ingreso hasta el 2021 y seguramente cuando terminen su periodo como diputados federales, empezaran a preocuparse por refundar al PRI.
Pero lo que resulta inexplicable es lo que está sucediendo en el PRI de la Ciudad de México, principalmente porque está completamente abandonado y si bien es cierto nunca les ha preocupado a los dirigentes lo que pase con su partido en la capital, lo que pasa actualmente es el colmo.
Es que quien esta acreditado como presidente del PRI-CDMX, Francisco Olvera Ruiz, desaparecido desde antes de las elecciones del 1 de julio del año pasado, apanicado por el descubrimiento de que “desapareció” de las arcas del estado de Hidalgo, más de 2 mil 700 millones de pesos.
Hasta donde se sabe la Interpol anda tras sus huesos, para que responda por el desfalco de esa gran cantidad de dinero que ordenó retirar de las secretarías de Educación y de Salud, cuando fue gobernador de Hidalgo.
Hasta ahí tendría razón de andarse escondiendo Pancho Olvera, pero no se justifica que la dirigencia nacional no haya ordenado nombrar a un sustituto, por lo menos para que despache las cuestiones más urgentes, como sería pagar los sueldos y salarios del personal de planta.
Sin embargo, las oficinas de todos los dirigentes oficialmente designados, se encuentran vacías, pero extrañamente la tesorería del PRI sigue depositando los sueldos de esos privilegiados, así como las igualas de los que fueron candidatos y el personal que emplearon para su campaña.
En cambio los más de 60 empleados que laboran desde hace más de 0cho años, desde los tiempos de la dirigencia del “basuritas” Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, no cobran desde hace un par de meses y de aguinaldo ni hablar, pues parece que a los dirigentes el interesa un cacahuate que la familias de esos trabajadores no tengan ni que comer, mientras que Enrique Pérez, un personaje que dejo de herencia Mariana Moguel Robles, con el nombramiento de Secretario de Innovación, cobra más de 80 ml pesos mensuales.
EL PULSO.- Por cierto, todo está listo para que mañana se inicie el periodo extraordinario de sesiones del Congreso, que tendrá como objetivo primordial aprobar las reformas constitucionales necesarias para dar vida a la Guardia Nacional. Parece que es un hecho que el dictamen que ya tiene preparado el líder de los diputados de Morena, Mario Delgado, será aprobado por la mayoría calificada, pues además de los votos de su partido, y los de PT, PES y PVEM, apoyados por algunos del PRI y del PRD, sumarán los más de 340 votos que necesitan. Veremos.