Hablando en serio/Santiago Heyser
“El campo, un negocio republicano”
Uruapan, Michoacán, 5 de diciembre del 2018
No tengo la menor duda, quienes controlen el agua, los alimentos y el aire, controlarán el mundo…
Crecí con la convicción de que el agua, como el aire, eran gratuitos. Así, como lo oyes estimado lector, durante mi niñez y juventud, para beber agua todo lo que tenías que hacer era abrir el grifo y servirte en un vaso,… aunque a veces, pegaba la boca a la llave del agua del jardín del vecino y bebía directamente ¡Eran otros tiempos! y era impensable que el agua, sostén de la vida, fuera un producto comercial ¡Eran otros valores y otras formas de servir desde los gobiernos!; de pronto todo cambió, empezaron a aparecer los botellones (garrafones) como opción al consumidor, después la botellitas como opción de salud, con lo que el agua para consumo humano se convirtió en el gran negocio, en tanto los servicios públicos bajaron su calidad y dejó de ser sano tomar agua de la llave, muchas veces contaminada. Hoy, es impensable que tomemos agua de la llave, nuestros hijos nunca lo harían, para ellos el agua es un producto de consumo y hay que pagar por el, punto.
La historia del agua, me lleva de manera natural a concluir que en algún momento el aire será un producto por el que tendremos que pagar; el proceso parece seguir los mismos pasos; primero permiten contaminación del aire (como lo hicieron con el agua), después campañas de salud para que la gente acepte pagar el producto (como lo hicieron con el agua), después vivales que lucran con las necesidades básicas del ser humano (como lo hicieron con el agua) y finalmente políticas públicas concesionando el aire a empresas que inviertan en su saneamiento, almacenamiento y distribución (como lo hicieron con el agua). Por un momento, estimado lector, imagina un servicio por tuberías, con medidores de consumo, en donde, como se hace con el gas, se surta aire limpio a las casas y oficinas en el CdMx ¿Te parece una locura?, yo lo veo potencialmente factible, además sería un gran negocio con una demanda natural derivada de la necesidad de sobrevivir; ya hoy, la contaminación del aire en CdMx lo justifica. Haz cuentas: ¿a cómo está el kilo de pulmón? Ahora bien, si el agua y el aire se convierten en productos de consumo que se distribuyen a través de empresas cuyo objetivo es la ganancia, apoyados por gobiernos cuyo objetivo es el control político y el moche, pues el sentido común me dice que los alimentos serán el negocio del futuro y quienes los produzcan controlarán pueblos y la soberanía de las naciones será una entelequia (letra muerta), que solo tendrá sentido si eres autosuficiente para dar de comer a tu pueblo; es decir: ¡Si produces los alimentos que necesita tu país!… En otras palabras; en un futuro cercano, solo los pueblos de las naciones que produzcan sus alimentos serán libres.
Con estas ideas girando en mi mente y con una visión republicana, se me ocurrió que una manera de ayudar a la 4aT, era contactar a líderes empresariales para construir una propuesta de organización para la producción de alimentos, que tuviera como eje la autosuficiencia alimentaria y el beneficio de México y así, desde la I.P. con el “expertise” empresarial y una organización profesional y eficiente: Apoyar a los gobiernos de los 3 niveles para que hagan las cosas de manera correcta de manera tal que el campo produzca alimentos ¡Sí!, pero también bienestar y riqueza, y para hacer del campo mexicano una entidad productiva como base de una estrategia de soberanía, combate a la migración y a la inseguridad y reconstrucción del tejido social en un entorno donde, desde la organización para la producción, pueblo y gobierno, capital y liderazgos empresariales, sumados, trabajemos para la grandeza de México y un futuro promisorio en donde el alimento esté garantizado y con ello la soberanía y la autonomía para conducir el proyecto de nación de manera libre.
¿Por qué habría de ser del interés de empresarios y líderes empresariales un proyecto que no tiene como eje acumular riqueza, sino producir riqueza a distribuir con equidad y así, con justicia social engrandecer a México? Mi respuesta sería: 1.- Porque les conviene. Un país en donde los ricos tienen miedo y los pobres tienen hambre, es disfuncional para todos. 2.- Porque vivir en concordancia con valores humanistas y de justicia social es una buena manera de vivir. 3.- Porque todos tenemos un compromiso con las futuras generaciones, con nuestros hijos. 4.- Porque en automático el sector empresarial tendría un peso político que le permitiría incidir en políticas públicas para beneficio de la república. 5.- Porque el reconocimiento social y el placer de servir a la república no tienen precio. 6.- Porque la alianza del sector empresarial con el gobierno y con el productor rural, crearía un circulo virtuoso que serviría para revertir el circulo nefasto creado por el modelo neoliberal, ahora si en beneficio de todos. 7.- Porque no perdemos nada con intentarlo… Al ser generador de riqueza el proyecto, no se espera que el empresario aporte más allá del capital semilla y sus habilidades para hacer que los proyectos sean exitosos y autofinanciables, dinero que en su momento le será reintegrado con el beneficio que se acuerde por las partes; recordemos que esta propuesta contempla el trabajo conjunto de campesinos y productores con los tres niveles de gobierno y con el empresariado mexicano, con un solo objetivo: ¡México!… ¿Hay alguien que escuche?
Un saludo, una reflexión.