Esclavos de la báscula
MORELIA, Mich., 30 noviembre de 2018.- La obsesión por conseguir el peso ideal para lograr una figura de ensueño o cercana a los estándares que marca la moda, se ha convertido en una peligrosa arma que incluso puede poner en riesgo la vida.
Es así que someter el cuerpo a intensas rutinas de ejercicio o poner en práctica riesgosos hábitos alimenticios para bajar esos kilitos de más con el propósito de lucir un cuerpo envidiable, podría acercarnos a serios problemas de salud mental.
Y es que a simple vista podríamos no darnos cuenta, pero en realidad, cuando existe una preocupación excesiva o prioritaria por la comida, el peso o la figura, es muy probable que seamos presas de algún Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), explica el médico psiquiatra, Carlos Miguel Bueno.
“Todo aquel que empiece a estar insatisfecho con su cuerpo, que no le agrade su figura, y que empiece a tratar de modificarlo, con la conducta que sea, es susceptible de tener una evaluación médica para saber si tiene o no algún problema”, advierte el especialista.
Sin embargo, aclara que esta insatisfacción debe tener cierta carga prioritaria en la vida de las personas que los haga llevar a cabo prácticas que solo pondrán en riesgo su salud como ocasionarse el vómito, restringirse de comida o hacer ejercicio en exceso.
El también coordinador y fundador de la Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Centro Michoacano de Salud Mental (Cemisam), agrega que todo esto tiene un componente genético o biológico, es decir, que existe cierta predisposición desde el nacimiento.
¿Cuáles son los Trastornos de la Conducta Alimentaria?
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA), identifica hasta el momento seis trastornos alimenticios: pica, rumiación, evitativo-restrictivo, atracón, anorexia y bulimia.
Aunque los últimos dos son los más populares, esto no significa que sean los más comunes, advierte el especialista, ya que la anorexia y la bulimia afectan al uno y dos por ciento de la población en el estado y el país, respectivamente.
Mientras que el atracón se presenta en el 2.5 por ciento de los mexicanos, y hasta en el cuatro por ciento de la población mundial.
Pica
Se presenta cuando las personas, principalmente niños, ingieren sustancias no nutritivas como pedazos de pared, gises o tierra, por mencionar algunos ejemplos, los cuales ocasionan problemas de salud debido a la frecuencia con la que se consumen.
Rumiación
Puede ocurrir a cualquier edad, pero es mucho más frecuente en la infancia. Consiste en regurgitar la comida sin llegar al vómito, para que cuando llegue a la boca sea deglutida nuevamente o escupida.
“No tiene la misma intensidad que el vómito, es como eructar y la comida regresa. Es un problema de salud al que se le ha puesto muy poca atención porque la mayoría de las personas no sabe que tiene que ver con un problema de la conducta alimentaria, van con los gastroenterólogos y muchas veces lo confunden con vómito, pero en los últimos años se le ha estado tomando mucha más atención”, explica.
Evitativo-restrictivo
Es un trastorno más común que los anteriores y se caracteriza porque las personas que lo padecen restringen su alimentación y solo se quedan con ciertos víveres. Se les puede llamar comúnmente como melindrosos; sin embargo, no todos tienen un problema de salud mental.
“No les gustan algunos alimentos por el color, el sabor y solo prefieren comer esto o aquello, pero de una intensidad tal que pueden tener deficiencias nutricionales, que su crecimiento se vea afectado, o pueden tener alteraciones en su funcionamiento social, es decir, que no comen con otros chicos o no les gusta ir a las comidas porque no comen de lo que comen los demás”, expone.
Anorexia
El principal síntoma de quienes padecen este trastorno es la desnutrición, ocasionado por dejar de consumir alimentos ante el temor de subir de peso.
“Es la que tiene la tasa de mortalidad más alta de todos los diagnósticos alimentarios y psiquiátricos. (…) El riesgo de morir se quintuplica. Es un padecimiento muy serio en el que los pacientes sufren mucho”, señala.
Bulimia
Se caracteriza por los atracones de comida, es decir, el consumo abundante de alimentos en muy poco tiempo, acompañado por una sensación de pérdida de control, lo cual deriva en conductas compensatorias, que se describe como todo aquello que una persona hace para compensar el exceso de comida. El riesgo de morir por esta causa se duplica al de cualquier persona.
“La conducta compensatoria más común es el vómito, pero hay una infinidad, desde el uso de medicamentos, laxantes, diuréticos, o hacer ejercicio. Hay personas que se atracan y no usan nada o vomitan, pero al otro día no consumen nada”, detalla.
Atracón
Este trastorno suele identificarse hasta la tercera o cuarta década de vida porque quienes padecen de atracones de comida tendrán como consecuencias enfermedades crónico degenerativas como la obesidad y la diabetes.
“Este padecimiento está asociado al sobrepeso y obesidad”, indica Miguel Bueno; sin embargo, aclara que solo el 30 por ciento de ellos tienen realmente este trastorno de conducta alimentaria, al llegar a consumir entre 3 mil y 6 mil calorías en una sola comida.
Mujeres y hombres, igual de vulnerables
Aunque podría pensarse que los Trastornos de la Conducta Alimentaria afectan más a las mujeres que a los hombres, la realidad es que el 50 por ciento de ellos se presentan a la par, indica el psiquiatra, como el caso de la pica, la rumiación y los atracones.
En tanto que el trastorno evitativo-restrictivo lo suelen padecer más los niños que las niñas; y la anorexia y la bulimia es más común en mujeres en edad adolescente, en una proporción de 10 a uno.
“Aquí todo mundo se puede enfermar de un problema de conducta alimentaria: hombres, mujeres, niños, adultos y ancianos, porque todo mundo cree que tiene que ver nada más con mujeres y en la adolescencia”, concluye.