Da narco a jóvenes lo que familias y sociedad no pudieron, identidad
MORELIA, Mich., 28 de noviembre de 2018.- La pérdida de valores cívicos, la falta de una adecuada coordinación institucional y de condiciones generales de bienestar social generan diversos tipos de violencia, potenciados por la carencia de identidad, terreno que aprovecha la delincuencia organizada, señaló la ex delegada de la Secretaría de Gobernación en Michoacán, Teresa Torres Aguilar.
“Eso ha hecho muy bien la delincuencia organizada: dar identidad, ´eres significativo porque estás conmigo, porque allá en esa sociedad, con tu familia, no lo eres´, ofertan. Nos los robaron, esos delincuentes salieron de nuestras casas y de nuestras familias”, expresó la especialista en temas de seguridad, al señalar que la delincuencia debe ser vista como el resultado de un largo proceso de deterioro de valores que emergen desde lo micro.
En el marco del foro Agenda Estratégica desde lo Local: Vivir seguras, citó al escritor motivacional estadounidense Tony Robbins, para señalar que entre las necesidades básicas del ser humano se encuentra la necesidad de ser significativo, carencia que al verse frustrada en el ámbito positivo se procura en el negativo, y así explicó que la falta de afectividad en el seno familiar propicia que centenares de jóvenes sean vulnerables a la cooptación criminal.
“Significancia, ahí es donde surgen las violencias; puedes ser muy significativo practicando algún deporte y destacar en la escuela, pero puedes ser muy significativo también si tomar una pistola, te poner frente a otro y le disparas, te hace tener identidad, aunque sea como malo, pero en escala del uno al 10 eso te hace significativo”, explicó Torres Aguilar.
Torres Aguilar mencionó que en Michoacán alrededor de 200 mil adolescentes michoacanos desertaron de la secundaria, y ejemplificó que si tan solo 10 por ciento de estos, es decir, alrededor de 20 mil menores, fuesen captados por la delincuencia, la capacidad policiaca sería insuficiente, por lo que urgió a revertir dinámicas para dar identidad positiva a las nuevas generaciones.
En su exposición la especialista en políticas públicas comparadas, seguridad pública y derechos humanos, discurrió sobre los diversos tipos de violencia: homicida, física, psicológica, económica, política, lingüística y otras que incluso se ven como dinámicas que forman parte de la normalidad y de las relaciones culturales inamovibles.
Asumida feminista, advirtió que la competencia entre mujeres es uno de los principales obstáculos hacia la reivindicación de la plena igualdad y al empoderamiento ante la hegemonía masculina; conminó a las mujeres a dejar de lado la condición de víctimas, ya que esto conduce a replicar modelos de violencia, y a asumirse más bien como agentes de cambio.