Deja Carlos Miloc un gran hueco en la afición moreliana
MORELIA, Mich., a 25 de febrero de 2017.- El mítico Carlos Miloc falleció este sábado a causa de problemas respiratorios. El ex jugador y director técnico dejó un gran hueco en la afición de Morelia, equipo y ciudad que quiso mucho, al grado de nombrar como la ciudad misma a una de sus hijas en honor al club que lo acogió en su llegada al futbol mexicano.
En entrevista para Quadratín, el historiador Arturo Herrera Cornejo expresó que El Tanque cómo se le conocía a Miloc Pelachi, de uno de los primeros ídolos de los Purépechas en la década de los 60′, siendo recordado por haber sido jugador y director técnico al mismo tiempo.
El oriundo de Montevideo arribó a México en barco, posteriormente sus traslados el ferrocarril tuvieron como destino la emblemática ciudad de la cantera rosa en donde inmediatamente se ganó el corazón de sus aficionados por su entrega, relata Herrera Cornejo.
Con el club michoacano jugó durante tres años, siendo pieza importante también como timonel de la escuadra. El uruguayo partió de la ciudad con la idea de crear un equipo de fútbol profesional con únicamente jugadores mexicanos, sin embargo en esos años tuvo un paso efímero por Irapuato y el León.
Arturo Herrera Cornejo, comentó que en 1965 Miloc volvió a Morelia para dirigir al equipo, aunque solo en una oportunidad lo hizo. Su estancia fue de una semana en la capital michoacana, los motivos se desconocen y así, nuevamente, el mítico director técnico abandonó la ciudad.
En 1977 volvería a la tierra que lo vió forjarse y crecer como futbolista; en está ocasión como timonel de Santos. Aquel partido se recuerda con un amargo sabor de boca, fue recibido hostilmente pen el Morelos, al punto que lo descalabraron luego de que la afición arrojara objetos a uno de sus ídolos.
Sus mejores años los vivió en el norte del país, en donde de campeón con los Tigres de la UANL en dos ocasiones. Sus últimos años los vivió como asesor de los Felinos en la ciudad de Monterrey.
Carlos Miloc será recordado como uno de los grandes extranjeros en el balompié mexicano, al que le debe todo. Tanto fue su agradecimiento que nombró Morelia a una de sus hijas en honor a la ciudad que lo cobijó desde que llegó de Colombia.