Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa
TRAS BAMBALINAS.- Se parecen tanto entre sí, que pueden engañarnos
Por JORGE OCTAVIO OCHOA.- Son tan parecidos. Tienen el mismo tonito, el mismo caminar; andan por los mismos rumbos y despiden el mismo tufo de soberbia, prepotencia y altanería, que hasta se podría decir que son de la misma familia.
La cuarta transformación se deja sentir y la patanería pierde género. Ya no es signo distintivo sólo de hombres. Hasta en eso se han igualado. "¡A ver guarden silencio y siéntense en su silla!". Es el signo de los tiempos que se avecinan.
El cambio democrático llegó: Ya no es curul, ni escaño; ahora es una simple silla.
“Nosotros, la mayoría democrática, vamos a cambiar el modelo económico, haremos finanzas públicas basadas en la austeridad republicana y le daremos vuelta a la historia. ¡Que viva la mayoría democrática que ganó en la elección!”.
En los muros del "Palacio de San Lázaro", quedarán grabadas también, no en letras de oro pero sí en la memoria estenográfica, las palabras de una advenediza, cuyo único mérito fue cambiarse de partido al último momento.
Igual de advenedizo que aquel que en 1968 justificó al "sistema" y le pareció poco el sacrificio de jóvenes que fueron perseguidos y asesinados pero que ahora, por ironías del destino, será quien imponga la banda presidencial para arrancar la 4a transformación.
Ella es la misma que le dio "vuelta a la historia" en la Cuauhtémoc y permitió la prostitución, los giros negros, el pulular de bares y centros clandestinos donde la venta de estupefacientes corrió sin control.
Él, el mismo dipsómano, que arranca sus mañanas, sea en Nueva York o el DF, con un baso de whisky en la mano, pontificando sobre las leyes, los grandes cambios, las reformas que han servido para nada. Una vuelta más de tuerca.
Es como verse en el espejo de Maléfica y preguntarse: ¿ahora quién es más bonito: el viejo PRI o el reluciente guinda de MORENA? aunque a todos ellos les gustan los mismos oropeles y el glamur.
En el sexenio de la austeridad, la boda del vocero de Andrés Manuel pone signos de interrogación ¿Cuál cambio? El relumbrón, el despilfarro, la fatuidad, los comensales. Todo hace ver una vieja y una nueva élite, al abordaje de la nave destrozada.
¡Mayer o Blanco para Presidente! o Lily Téllez, da igual
Pasan a segundo término los nombramientos. Igual, como nos ha ido de la patada, es mejor que nos gobiernen futbolistas. Al menos ellos sí saben qué hacer con los pies, porque los otros nos han gobernado con las patas.
En medio de esa batahola, en el país se percibe un ánimo contradictorio. No es la misma felicidad del día de las elecciones. Tan pronto se están decantando las desilusiones, que cientos de burócratas y trabajadores se preparan para la austeridad.
"Imagínate: mi esposa vive en Morelos con mi hijo pequeño. Yo estoy en el DF con mi hijo mayor. Nos vemos sólo los fines de semana. Si me trasladan a Colima ya no voy a ver a mi familia", dice un amigo que trabaja en el ISSSTE, cuya familia votó por ese cambio.
Hay desánimo, hay confusión en un país acostumbrado al paternalismo, a la dádiva, al "entre", al engaño, al chantaje y a la extorsión. En un sistema de pesos y contrapesos totalmente desequilibrado, esquizofrénico que convierte a la justicia en un encubridor.
País de huachicoleros, de linchadores, de autodefensas, en descomunal mescolanza donde el futuro gobierno no sabe distinguir entre Gendarmería, Guardia Civil, Guardia Nacional, porque no sabe si usará o no a las Fuerzas Armadas, al Ejército, la Marina.
Están tan engolosinados, tan entusiasmados con el nuevo juguete, que no saben ni con quién custodiarán la ceremonia de transmisión de Poderes el 1o de Diciembre, porque en teoría el Estado Mayor Presidencial ya no funcionará.
En medio de tanto dislate, quizá lo único alentador es escuchar que alguien ya propuso que ningún juez o magistrado de circuito dure más de seis años en el cargo, para evitar así que “se enquisten” hasta por más de 20 años.
“Se requiere una sacudida completa en el Poder Judicial”. “Es apenas un punto en el infinito de cosas que se pueden corregir", advirtió el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, al presentar una iniciativa de reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
Esa es quizá una de las principales fuentes de nuestros males, en un país donde la justicia no es lo que ha imperado, y ha sido tanta la manga ancha que por eso los mexicanos nos tomamos la ley por nuestra propia mano.